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EL SUCESOR DE BATEMAN

Iván Marino Ospina, responsable del aparato militar del M-19, pasa a ser su máximo líder

8 de agosto de 1983

El mejor amigo y más estrecho colaborador de Jaime Bateman era Iván Marino Ospina. Sin embargo, quienes los conocían opinan que eran las dos personalidades más opuestas en el M-19. El dirigente muerto era extrovertido y simpático, su segundo de a bordo es un hombre impenetrable, de pocas palabras y con grandes dificultades de comunicación. El primero tenía un carisma que le permitía manejar a la opinión pública; el segundo cumple un papel de puertas para adentro en la organización y siempre ha sido el organizador, el encargado del aparato militar y de las finanzas. Bateman era mujeriego y rumbero; Ospina es el "duro" en la política y en la vida personal, y se lo distingue por ser el más estricto en la aplicacion de la disciplina del partido.
A la figura de Bateman, llamativa por la estatura y por el "afro", se contrapone la imagen anodina de Ospina, sin ningún rasgo sobresaliente que la caracterice, a no ser su mirada levemente estrábica. Sin embargo, a pesar de las diferencias entre ellos, la estrecha relación que siempre mantuvieron, hace que hoy Ospina sea, para sus copartidarios, el heredero del puesto de Bateman.
Tras varios años de militancia en el Partido Comunista, los dos, llevados por una inclinacion compartida hacia la lucha armada, optan por romper con esa organización y fundar su propio movimiento, el M-19. El 1o. de enero del 79 se dan a conocer a la opinión pública bajo los seudónimos de Pablo Garcia (Bateman) y Felipe González (Ospina), al firmar el comunicado donde se proclamaban responsables del robo de las armas del Cantón Norte.
A los pocos días, Iván Marino es apresado en Cali. Cuando se descubre que él es el hombre que maneja la organización y las finanzas del movimiento, es sometido a dos meses de interrogatorios y torturas, porque se deducía que él conocía tanto el paradero de "Pablo", como de las armas. Su actual prestigio dentro de su organización está fundado en que durante esos días no suministró información. Cuando le flaquearon las fuerzas intentó suicidarse cortándose las venas. Finalmente escapó de la cárcel de La Picota con un uniforme de militar. Se dice que de esa época datan las dificultades respiratorias que padece, y que desde entonces siempre lleva encima una cápsula de cianuro, para ingerirla en caso de volver a ser detenido.
Se especializo en el manejo del aparato militar y en la orientación de las acciones armadas. Mientras que Bateman era el hombre de los viajes internacionales, de los contactos políticos y de los despliegues en la prensa, Ospina permanecía a la sombra, internado en la selva, ocupado de los asuntos internos.Quienes lo conocen ven en él un hombre frío, de nervios impasibles, poco político y de orientacion claramente militarista. En la biografía que de él hizo la periodista Patricia Lara, se atribuyen estos rasgos a una infancia dura, marcada por la violencia y la pobreza.
Según los estatutos del M-19, Iván Marino Ospina es el hombre designado para suceder a Bateman, y acuerdos recientes dentro de la organización han ratificado la decisión de que así sea. Muchos opinan que este quindiano de 44 años puede significar, a la cabeza del grupo guerrillero, un predominio exclusivo de la acción armada sobre cualquier otra variante política. El reciente fracaso del manejo de la propuesta de amnistía por parte de Bateman habría radicalizado amplios sectores de ese movimiento, dándole a Ospina mayor acogida entre sus copartidarios.
El cambio de direccion le llega al M-19 en mal momento . Tras la pérdida de popularidad en los últimos meses, la muerte de un dirigente carismatico como era Bateman puede significarle una crisis aún mas profunda.
En un movimiento esencialmente caudillista y de manejo unipersonal, cuya cohesión y orientación han dependido hasta ahora de la personalidad un sólo hombre, Jaime Bateman, su desaparición y relevo no pueden menos que constituir una gran incógnita.