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Foto: archivo SEMANA | Foto: Archivo SEMANA

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Esteban Sánchez, asesinado por sus amigos tras dejar caer garrafa de trago en Antioquia

Testigos aseguran que los supuestos amigos, al ver que el hombre había quedado inmóvil por los golpes, intentaron reanimarlo.

9 de noviembre de 2020

Como Esteban Sánchez Brant, de 32 años de edad, fue identificado un hombre que, al parecer, fue asesinado a manos de un grupo de amigos, luego de que se le cayera un garrafa de aguardiente en el sector de Calatrava, en el municipio de Itagüí, sur del Valle de Aburrá (Antioquia).

De acuerdo con las autoridades, la muerte de Sánchez Brant se habría originado en medio de una riña, luego de que a él se le resbalara la botella con el licor que habían comprado minutos antes en medio de una reunión social entre los supuestos amigos.

Información preliminar señala que el disgusto fue tan grande en medio del agasajo, que algunos de los presentes habrían agredido a Esteban Sánchez Brant con palos y patadas. Al ver lo ocurrido, la madre del joven acudió hasta un CAI cercano para denunciar lo que había pasado con su hijo, pero cuando los uniformados llegaron al lugar el joven ya había muerto.

Apoyados en testigos, las autoridades capturaron a cinco personas como presuntos responsables de este hecho que enlutó a una familia antioqueña. Por lo tanto, deberán responder ante la justicia por el delito de homicidio. La comunidad de Itagüí se encuentra preocupada por el aumento de hechos delictivos y homicidios en ese municipio antioqueño. De hecho, en días pasados se llevó un consejo de seguridad en esa población, donde se acordó aumentar el pie de fuerza policial.

Rafael Otálvaro, secretario de Seguridad del municipio de Itagüí, explicó lo que sucedió con la persona que fue asesinada en un acto de intolerancia por una botella de aguardiente: “Deja caer una garrafa de aguardiente y estos, en ese grado de intolerancia, lo agreden con elementos contundentes (con palos) y se tiene a hoy que alguien participó con un arma blanca (con un cuchillo)”.

Además, el funcionario indicó que las cinco personas capturadas –tres hombres y dos mujeres– fueron dejadas a disposición de la Fiscalía para que respondan por este hecho. “Estos son dejados a disposición de la Fiscalía General de la Nación, con entrevistas, con elementos con los cuales se ejecutó el homicidio, elementos contundentes. Nos apoyamos también de medios técnicos con los que cuenta la administración, análisis de videos", agregó Otálvaro.

Así mismo, manifestó que en estos momentos los tres hombres y las dos mujeres se encuentran en audiencia de legalización de captura, imputación de cargos y medida de aseguramiento. “Será la Fiscalía y la judicatura las que tomen las decisiones de dejar privadas de la libertad a estas personas, mientras se sigue el proceso penal de responsabilidad”, explicó.

Por último, Otálvaro hizo un llamado a la tolerancia, resiliencia y a la ingesta responsable de licor para evitar hechos que lamentar, como el ocurrido en el sector de Calatrava. “Gracias a la comunidad por informar a tiempo, gracias a la institucionalidad por la reacción (...) Seguiremos trabajando por una comunidad más segura, con más oportunidades”, concluyó.

Hombre fue secuestrado y asesinado por un amigo de la infancia

El pasado 21 de noviembre se llevaron a cabo las exequias de un hombre que fue secuestrado y asesinado por su amigo de infancia, tal como él mismo lo confesó. El crimen se habría llevado a cabo luego de que no pagaran por su liberación, como lo exigían sus captores.

El joven, de 20 años de edad, fue secuestrado el pasado 18 de agosto de este año en la zona céntrica del municipio de Lebrija, en el departamento de Santander. La familia de Nicolás dijo no entender cómo su propio amigo llegó a secuestrarlo y posteriormente asesinarlo, a sabiendas de que era un hombre estudioso que ayudaba económicamente a sus padres.

Aseguran que diariamente Nicolás tan solo obtenía ingresos de 20 o 30.000 pesos, producto de su trabajo, y que, a propósito, el día que desapareció se encontraba laborando. Las autoridades indicaron que por el rescate del joven exigían 120 millones de pesos, suma que luego bajaron a 80 millones.

“Se solicitó una suma de dinero para su rescate de 120 millones de pesos y luego, a través de negociaciones, se llegó a acordar la suma de 80 millones, pero se perdió comunicación después de finales de agosto”, dijo en su momento Oliden Riaño, director de la Fiscalía de Santander.

La investigación de las autoridades también estableció que, teniendo en cuenta que no se llegó a un acuerdo de pago, los secuestradores del joven, entre quienes estaba su supuesto amigo, lo asesinaron y posteriormente sepultaron en una finca.

Además, las autoridades indicaron que el supuesto amigo de Nicolás lo que hizo fue aprovechar la cercanía que tenía con él y su familia para planear el secuestro. Por último, Medicina Legal confirmó que el cuerpo hallado en la finca corresponde al del joven.