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SEGURIDAD

La inteligencia de Uribe

El Centro Nacional de Inteligencia -Cenit- será la clave del esfuerzo contrainsurgente del nuevo gobierno. Estas son sus características.

5 de agosto de 2002

Hay una sigla a la que los colombianos se tendrán que acostumbrar a partir del 7 de agosto. Se trata del Cenit, Centro Nacional de Inteligencia, el nuevo organismo que centralizará todas las informaciones de seguridad nacional y que dependerá en forma exclusiva del Presidente de la República.

El Cenit es una de las instituciones más revolucionarias y representativas del nuevo estilo que imperará en la conducción de los destinos del país. Funcionará en el inmenso salón del Palacio Presidencial que era conocido como la Sala de Estrategia Nacional y estará integrado exclusivamente por civiles, analistas y expertos en inteligencia y contrainteligencia.

Para la selección de este personal se han examinado las hojas de vida no sólo de aspirantes nuevos sino las de no menos de 3.500 reservistas, con énfasis en quienes tienen experiencia en el área de operaciones sicológicas y administración de informaciones reservadas. Ningún militar en servicio activo participará directamente en la nueva entidad, que trabajará en coordinación con las dependencias actuales, incluidas el DAS, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Con ello se busca, entre otras cosas, acabar con los celos institucionales que hacían que cada una de ellas actuara como rueda suelta sin coordinación alguna.

El gobierno saliente había encomendado al consejero para la Seguridad, Gonzalo de Francisco, adecuar el salón como un gran centro de operaciones pero jamás pudo cumplir ese proyecto. Fue precisamente el actual consejero el encargado de recibir en la Casa de Nariño al empresario antioqueño Pedro Juan Moreno y al politólogo y experto en seguridad José Miguel Narváez, quienes fueron designados por el presidente Alvaro Uribe para hacer el empalme en asuntos de seguridad.

SEMANA confirmó con gente cercana a Uribe que fue el propio Presidente electo quien le encomendó a Moreno realizar el estudio de seguridad del nuevo gobierno. El esquema del Cenit contempla la colaboración de los organismos de inteligencia de Gran Bretaña, Japón, Israel y Estados Unidos.

En materia científica la idea es disponer de la tecnología de punta en el mundo. Las áreas de inteligencia y contrainteligencia contarán con monitores especiales de alcance satelital capaces de interceptar hasta 5.000 líneas telefónicas al mismo tiempo; interpretadores de imágenes satelitales; encriptadores de seguridad, o sea programas computarizados para las comunicaciones, radios localizadores de señal, radares y una red de informática integrada que permitirá conocer lo que sucede minuto a minuto en el país. Puede decirse que en Colombia no se moverá una hoja sin que el Cenit se entere.

Aparte de la tecnología, en lo que los expertos llaman actualmente "Humint" (inteligencia humana), esos mismos países han ofrecido capacitación por parte de sus cuerpos élite en técnicas de infiltración y en el manejo de los interrogatorios y el análisis de la información ultrasecreta sobre todo lo que pueda atentar contra la estabilidad del país.

Toda esta gran red de inteligencia tendrá un solo cerebro con autoridad y mando, que será el Alto Consejero para la Seguridad Nacional, quien sólo tendrá que rendirle cuentas al Presidente de la República. El funcionario no sólo será el responsable de la operación del centro sino de la seguridad de la Presidencia de la República como tal.

Como muestra el estudio elaborado para el nuevo gobierno, todas las actuales agencias de inteligencia del Estado estarán obligadas a reportarle solamente al Cenit lo que está ocurriendo en el país. Está información se le entregará a diario al Presidente, quien convocará al Consejo Superior de la Defensa y Seguridad Nacional, todos los lunes, miércoles y viernes de su gobierno, para definir las estrategias y coordinar las operaciones. Ese consejo superior estará integrado por el Presidente, los comandantes de fuerza, el comandante de la Policía Nacional y el director del DAS.

En desarrollo de las experiencias obtenidas en otros países, la información que llegará al público será manejada por un único funcionario que será designado directamente por el Presidente, y sólo él será la persona encargada de dar a conocer cualquier resultado operativo. Esa política fue una de las claves del éxito del presidente Alberto Fujimori en su lucha contra el grupo terrorista Sendero Luminoso y se aplica estrictamente en Estados Unidos desde el atentado del 11 de septiembre. Según fuentes oficiales, la orden es tan estricta que el que llegare a hablar sin autorización presidencial sería destituido de inmediato del gobierno.

De esta forma, el nuevo gobierno no sólo pretende eliminar cualquier filtración que pueda ser negativa para las operaciones contrainsurgentes, sino acabar del todo con la cascada de informaciones equivocadas que se han presentado en los últimos días, las cuales tienen la capacidad de desorientar y desmoralizar a la opinión pública a tiempo que se desvirtúa la seriedad del trabajo de los organismos de inteligencia.

Con todo este aparato centralizado el presidente Alvaro Uribe espera repetir los éxitos de otros países en la lucha contra el terrorismo y mantener a la opinión pública informada en una manera adecuada sobre el progreso de las operaciones. Para los expertos consultados por SEMANA el Cenit será el organismo clave que podría darle la vuelta al destino del país en los próximos años.