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Los casetes del clan Yepes

Unas grabaciones dejan en evidencia cómo el grupo político del senador Omar Yepes manipula descaradamente puestos y contratos en el departamento de Caldas.

23 de febrero de 2003

Es casi una verdad de Perogrullo sostener que muchos congresistas colombianos mantienen su clientela política a punta de conseguirles a sus votantes, amigos y familiares, puestos o, incluso, contratos con la administración pública. Pero pocas veces se les ha visto abiertamente en acción. Y eso es lo que precisamente revelan las grabaciones que obtuvo SEMANA. En éstas el senador conservador caldense Omar Yepes Alzate y Josué Jaramillo, quien fuera su mano derecha durante siete años, llaman a varios funcionarios públicos y les señalan a dedo quién debe ser nombrado en un puesto. Piden ternas de hojas de vida, para cumplir con la ley 80, pero sólo formalmente porque ya tienen su elegido. Ordenan, sin ninguna verguenza, que le otorguen tal o cual contrato a sus conocidos y que ignoren, a manera de castigo, a quien no se ha portado bien con su grupo político.

Algunos de los casos son francamente escandalosos, más cuando la mayoría de las conversaciones se dieron durante la época preelectoral. En una, el senador personalmente le dice a Jaramillo cómo una alta funcionaria del Sena debe nombrar a tres personas. En otra un diputado, que asegura estar acompañado por el senador, le pregunta a Jaramillo si la hoja de vida de su esposa fue enviada a la Registraduría, algo increíble si se tiene en cuenta que es la misma Registraduría la que cuenta los votos. En otra, una hermana del senador va decidiendo con Jaramillo, nombre por nombre, quién debe ser nombrado y quién no en diferentes pueblos de Caldas en la reforma administrativa de la gobernación. Y una más: Jaramillo le pide al gerente de la Central Hidroeléctrica de Caldas, Chec, que le acelere un contrato a alguien, pero advierte que no está a nombre suyo sino de otra persona. Por último, un alcalde le sostiene a Jaramillo que como él no puede contratar directamente, le dijo a una caja de compensación con quién y cómo tenía que hacerlo.

Las grabaciones son apenas una pequeña muestra de las 3.500 horas, en más de 160 casetes, que con orden judicial realizó el CTI de la Fiscalía dentro de una investigación. Esta comenzó a principios de 2002, por la denuncia que hizó un testigo ante la vicepresidencia, cuando Gustavo Bell ocupaba ese cargo. La investigación siguió su curso cuando llegó el nuevo vicepresidente Francisco Santos a liderar el programa anticorrupción.

En noviembre pasado, los expedientes fueron trasladados de la vicepresidencia -donde llevaron el caso funcionarios de esta entidad y de la Fiscalía y la Procuraduría- a la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía.

Según explicó a SEMANA el fiscal Luis Camilo Osorio, la división investigativa de la vicepresidencia es una punta de lanza que inicia la investigación de los casos, pero que luego éstos deben pasar a la Unidad Anticorrupción como, en efecto, sucedió.

Según explicó el fiscal Osorio, por tratarse de un miembro del Congreso, la Fiscalía envió el caso de Yepes a la Corte Suprema de Justicia que lo investiga por posible interés indebido en la celebración de contratos y tráfico de influencias. Los demás funcionarios involucrados siguen siendo investigados por la Fiscalía."Es un proceso largo y complejo, dijo Osorio, que incluye cientos de documentos y decenas de horas de grabación. La investigación continúa".

El senador Omar Yepes dijo a SEMANA que la Corte aún no lo ha notificado, aunque reconoció que sí sabe de la investigación contra Jaramillo. Defendió la labor de su amigo Josué y aseguró que no han hecho nada diferente a lo que haría cualquier político.