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MIENTRAS TODO EL MUNDO VEIA EL MUNDIAL

Los delanteros de los dos partidos buscaban nuevas alineaciones para el equipo que gobernará a partir del 7 de agosto.

19 de julio de 1982

La semana pasada transcurrió bajo una relativa calma política. La atención de los colombianos se concentró en las incidencias del campeonato mundial de fútbol y en los hechos que rodearon el asesinato del jefe Scout Jesús Ernesto Correal, cometido en circunstancias que causaron indignación entre la ciudadanía.
La fiebre del fútbol alcanzó tal dimensión, que mientras la derrota de Argentina en los estadios españoles causó consternación, la posterior rendición del mismo país ante las tropas inglesas en la guerra de las Malvinas pasó casi inadvertida.
Dos hechos contribuyeron especialmente a la baja de la temperatura política. Los viajes al extranjero de algunos de los principales jefes de los partidos y la gira que el presidente electo, Belisario Betancur, decidió realizar por distintas poblaciones fronterizas del país. Algunos observadores interpretaron esta gira como una forma elegante utilizada por Betancur para evadir el clima de forcejeos y especulaciones que se ha tejido en torno a la composición de su próximo gobierno. Otros la han considerado simplemente como un elemento más en su campaña de relaciones públicas postelectorales. Sus llamados, desde las más olvidadas regiones del país, a la reafirmación de la soberanía, y su ofrecimiento de crear las universidades oceanográfica y del Amazonas, formarían parte de su campaña, "friamente calculada", para ganarse el respaldo de la mayoría de los colombianos.
A pesar de estar opacada por los goles del mundial y por las balas asesinas, la actividad política no se ha detenido completamente. Por el lado liberal, comenzó a circular la semana pasada, en el Congreso, en busca de firmas, un documento de respaldo a Alfonso López como jefe único del partido, el cual se piensa presentar en la Junta de Parlamentarios que se realizará a partir del 17 de julio. Mientras tanto, el país sigue pendiente de la anunciada reunión entre el presidente electo y los jefes alternos del partido liberal, Víctor Mosquera, Gustavo Balcázar, Diego Uribe y Germán Zea, de la cual se espera que salgan las primeras definiciones en torno a la forma como se aplicará el artículo 120 de la Constitución. Mosquera Chaux dijo, a mediados de la semana, que en su opinión el presidente tiene todas las facultades para interpretar el artículo 120. Pero que, igualmente, el liberalismo tenía la facultad de analizar si los ofrecimientos del presidente se compaginan con las disposiciones legales.
Por el lado conservador el movimiento ha sido mayor. El miércoles 16 se integró una comisión interparlamentaria, con algunas de las figuras mas representativas de los diferentes sectores, la cual estará encargada de buscar acuerdos en torno a la designación del Contralor, de las mesas directivas del Congreso y de las comisiones parlamentarias. El senador Rodrigo Marín Bernal, uno de los integrantes de la comisión, manifestó al respecto que el conservatismo respetaría la oferta del presidente en cuanto a la filiación del Contralor, pero que su partido se opondría radicalmente a una posible reelección del doctor Martínez Zuleta.
El mismo Marín Bernal manifestó días después, en una entrevista con la periodista Virginia Vallejo, que las elecciones pasadas habrían significado la unión definitiva del conservatismo.
Algunos observadores sostienen, sin embargo, que detrás de la luna de miel que parece vivir el partido Conservador, se están comenzando a producir las primeras fisuras entre el grupo alvarista, en cuya mira el triunfo del Movimiento Nacional era apenas una táctica para lograr el poder para el partido, y el grupo belisarista, para el cual es indispensable un gobierno Nacional como estrategia de largo plazo. El expresidente Pastrana tendría una posición de apoyo pasivo a Belisario Betancur. Según sus allegados, parece que la posición del expresidente es la de no interferir en la formación del próximo gobierno, dejando total libertad al presidente. Se dice, inclusive, que Pastrana estaría contemplando la posibilidad de radicarse por un tiempo en París.
En la discusión no estarían involucradas únicamente las fracciones conservadoras. Se supo, por ejemplo, que la semana pasada se realizó una reunión en casa de María Eugenia Rojas, con la presencia de pastranistas y belisaristas, que, según trascendió, habría tenido por objeto impulsar la candidatura de J. Emilio Valderrama para el cargo de designado.
Lo cierto es que el presidente electo continúa guardando total hermetismo en torno a sus intenciones. Hay quienes consideran que finalmente Belisario logrará imponer su voluntad en la elección de sus colaboradores, a pesar de los aparentes compromisos que tiene con las fuerzas políticas que apoyaron su movimiento. Elfenómeno Belisario Betancur se ha ido consolidando después de las elecciones y, como van las cosas, el "belisarismo" podría convertirse en un movimiento de largo vuelo. Tal perspectiva sería, sostienen, la que tiene irritado a Alvaro Gómez, para quien la amalgama política en la cual sustenta Belisario su popularidad, constituye un condimento algo exótico.
Para los próximos días el presidente electo ha anunciado que continuará en sus giras y que uno de sus próximos objetivos es visitar San Andrés y Providencia, donde piensa hacer un acto de reafirmación de la soberanía del país sobre las islas. Se ha mencionado también, con insistencia, la posibilidad de que Betancur, viaje a España, atendiendo una invitación del Rey Juan Carlos.
Mientras esto sucede, seguirá siendo España, precisamente, el centro de atención de la mayoría de los colombianos, quienes siguen mirando con asombro cómo van cayendo los grandes (Argentina, Alemania y la misma España) en las garras de inexpertos debutantes.