Reelección: Santos dice que fue malinterpretado

Después de la tempestad, ¿cómo buscar la calma? Esa parece ser la pregunta que se hace el jefe del Estado en medio de la tormenta política creada por lo posibilidad de que haya una reelección por al menos dos años más. El presidente Juan Manuel Santos le salió al paso este lunes a las críticas por esta idea, lanzada por él mismo en la noche del viernes ante los alcaldes del país como testigos de excepción, en una carta pública.

En efecto, de su puño y letra, Santos le envió una carta al senador Roy Barreras donde explica que la idea fue de los alcaldes reunidos con él el viernes pasado en Cartagena y donde asegura que él fue claro en advertir que por ningún motivo es partidario de una reforma constitucional para ampliar su período.

Barreras este lunes dijo que la propuesta prácticamente estaba herida de muerte porque el Congreso no alcanzaría a tramitarla este año.

En la misiva Santos se muestra algo contrariado porque deja entrever que fue malinterpretado. Esta es la carta:

“El viernes por la noche usted y yo escuchamos el viejo clamor unánime de los alcaldes del país para ampliar sus periodos. Esta aspiración la he considerado válida desde hace tiempos por diversas razones. También considero que sería conveniente que los periodos de los alcaldes y gobernadores coincidieran con los del presidente para facilitar la ejecución de los respectivos planes de desarrollo, que tendrían la misma extensión y podrían así ganar mayor coordinación y eficiencia. La experiencia así lo demuestra.

En ese orden de ideas sugerí que esa iniciativa, la de extender y unificar los periodos, la llevaría a la mesa de unidad nacional, siempre y cuando se eliminara la reelección. También agregué que, por ningún motivo, aceptaría que se ampliara mi periodo o que hubiese algún cambio que me beneficiara.

El país y usted conocen mi talante y saben que jamás, jamás, me prestaría a sugerir una reforma constitucional en beneficio propio. Todo lo contrario. Dije que, si me presento a la reelección, estaría dispuesto a que se me recortara el segundo periodo a dos años para iniciar a partir de ese momento –y con otro presidente- periodos de seis años sin reelección.

Estoy convencido de la conveniencia de la tesis que sustentan esta posibilidad: no reelección con periodos más largos y coincidentes. Pensé equivocadamente al parecer, que una iniciativa de esta naturaleza sería de buen recibo por todos, incluyendo la oposición, pues no implicaba la prórroga automática de mi mandato sino que, en cualquier caso, demandaría el concurso del pueblo colombiano a través de las elecciones. Pero así no ha sido entendido por muchos”.