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TARJETA ROJA

SEMANA revela la composición de los tres anillos de seguridad que protegen a Miguel Rodríguez Orejuela y el alcance del golpe del miércoles a la línea defensiva del jefe del cartel.

17 de julio de 1995

HACE TRES SEMANAS UN oficial del Ejército recibió un extraño paquete en su nueva oficina del Ministerio de Defensa en Bogotá. Y le pareció muy raro, pues hacía pocos días había regresado a la capital, después de integrar el comando Especial Conjunto -CEC- en la ciudad de Cali. Con precaución, el militar abrió el sobre de manila y en su interior encontró cuatro casetes. No había mensaje escrito alguno. Sin dudarlo pidió prestada una grabadora. Las grabaciones contenían al menos tres docenas de conversacines sostenidas por él con diferentes personas, entre informantes, militares y periodistas.
Aun cuando el ex miembro del CEC sabía que sus teléfonos podían estar intervenidos y por ello era muy cuidadoso en lo que decía, nunca pensó que el espionaje llegara a tal dimensión. "Antes de que empezáramos a tratar asuntos delicados yo siempre les advertía a quienes me llamaban que no dijeran más de la cuenta porqueyo sabía que ellos nos estaban escuchando", recuerda ahora el oficial. Por esa razón todos los días ordenaba que un grupo de especialistas del CEC se desplazara hasta la empresa de teléfonos de Cali y revisara las líneas asignadas al Bloque de Búsqueda. "Pero eso era en vano porque interceptar un teléfono es muy fácil -sostuvo-. Bastan cinco minutos para hacerlo. Recibir los casetes es un mensaje muy claro: no importaba lo que hiciéramos, siempre nos tenían intervenidos."
La enorme capacidad del cartel para monitorear las comunicaciones y conocer los movimientos del Bloque de Búsqueda, fue comprobada el miércoles pasado tras la captura de 11 de las 32 personas que integran la guardia de seguridad de Miguel Rodríguez Orejuela. La operación militar fue ejecutada en la sede social y deportiva del Club América en el municipio de Jamundí, cuando se desarrollaba un partido amistoso.
Después de la masiva captura, el Ejército entendió que le había propinado un golpe certero a Rodríguez porque a uno de los detenidos le fue hallada la lista que contiene los nombres y la relación de pagos mensuales de 32 personas que integran los tres anillos de protección que rodean al cabecilla del cartel de Cali. Se trata de un documento al que SEMANA tuvo acceso y que muestra cómo está estructurada la seguridad del prófugo de la justicia. Veintitrés hombres componen la denominada lista 'A' y está encabezada por 'Andrés', un alias que según el Ejército corresponde al mayor (r) del Ejército Mario del Basto Cerón, un experimentado militar que hace seis años abandonó las filas castrenses cuando adelantaba el curso de ascenso a teniente coronel. Luego aparece un grupo más reducido, compuesto por cinco hombres, que se denomina, según el documento, 'Personal S'. Finalmente, el tercer anillo está compuesto por otras cinco personas que integran el grupo 'Personal de T'.
El Ejército tiene la certeza de que en las graderías del campo de fútbol del América se realizaba una cumbre de los hombres encargados de la seguridad de Rodríguez porque entre los detenidos hay personas que integran cada uno de los tres anillos. Del grupo número uno estaban, además del mayor del Basto, el subteniente, también retirado del Ejército, Juan Alberto Niño Santos; el sargento viceprimero (r) Jorge Galíndez; el cabo (r) Germán Medina Holguín y los civiles Germán Cardona Valencia y Freddy Falla. En representación del grupo número dos estaba Martín Correa Montoya y por el anillo número tres asistió el cabo primero (r) del Ejército Jorge Eliécer Flórez Grajales.
Estos hombres, según las primeras pesquisas, además de diseñar el plan de protección de Rodríguez, eran los encargados de infiltrar al Bloque de Búsqueda. Por ello en sus manos las patrullas del CEC hallaron conversaciones telefónicas de los altos mandos del Bloque, registros de los monitoreos que les hacían a las comunicaciones de las patrullas que salían a hacer allanamientos o capturas y fotografías de las instalaciones del CEC en momentos en que algunos oficiales dialogaban con informantes.
Fuentes del Bloque de Búsqueda estimaron que este golpe será definitivo para Miguel Rodríguez, quien se habría quedado apenas con un puñado de hombres a su alrededor. Y mientras crecían los rumores sobre una posible entrega a la justicia de uno de los hombres más buscados del país, el Comando Especial Conjunto intensificó las operaciones en todo el Valle del Cauca.