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RECUADRO - El "carisma" de Montesinos

8 de enero de 2001

Lima, Perú.- Entre Costa Rica y Venezuela, acogido por "un amigo", se encontraría el prófugo ex asesor presidencial peruano Vladimiro Montesinos Torres, de acuerdo con el testimonio de tres de sus ex guardaespaldas que lo acompañaron durante su fuga a bordo del lujoso velero ‘Carisma’, la madrugada del pasado 29 de octubre.

La noticia de que Montesinos no se encuentra desde hace más de mes y medio en el Perú cayó como un balde de agua fría al gobierno transitorio del presidente Valentín Paniagua, que se encontraba preparando una operación especial para proceder a su captura, en el entendido de que aún se encontraba en territorio peruano.

Según la versión de los tres ex guardaespaldas (un mayor, un capitán y un suboficial del Ejército) Montesinos fugó con la complicidad de varios jefes militares, mientras el entonces presidente Alberto Fujimori encabezaba personalmente un desesperado intento de localizarlo con un contingente armado a bordo de patrullas y helicópteros.

El velero ‘Carisma’ partió del balneario La Punta en Lima con destino a las Islas Galápagos en Ecuador. Montesinos iba a ser recogido allí por la avioneta de "un amigo" que lo llevaría a Venezuela.

Sin embargo, debido a que la aeronave debía hacer una escala técnica en Guayaquil, el prófugo ex asesor prefirió no correr el riesgo de ser intervenido y optó por seguir navegando hacia la isla Los Cocos, esta vez en Costa Rica.

Desde este punto Montesinos, sus guardaespaldas y dos acompañantes partieron hacia el continente. Pero a medio camino el ex asesor de Fujimori y sus dos acompañantes abordaron un barco turístico, perdiéndoseles el rastro. Sus ex guardaespaldas que ahora buscan protección ante posibles sanciones penales, han expresado que el interés de Montesinos era llegar a toda costa a Venezuela para reunirse con "un amigo".

Sin embargo han pasado tantas cosas en el Perú que muchos políticos, periodistas y ciudadanos en general dudan de la veracidad de esta versión y temen que se trate de otra "cortina de humo", de aquellas a las que tenían acostumbrados Montesinos y Fujimori a los peruanos para desviar la atención y ganar tiempo.