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Productividad

¿Cómo terminar el día para ser más productivo mañana?

Si a usted es de los que le gustaría llegar a su oficina y hacer las cosas de tal forma que diga “me rindió el día”, preste atención a los siguientes tips que le ayudarán a volver realidad ese cometido.

25 de abril de 2016

Tan importante como saber iniciar el día, es también saberlo terminar. Pero sucede que muchas personas, al aproximarse la hora de salida, no son conscientes de este tipo de cosas y su única presión es por terminar las metas y propósitos planteados durante el día. Es por eso que ciertas prácticas pueden hacer una gran diferencia en el resto de la semana.

No se trata de querer salir temprano y dejar todo botado esperando “a ver qué hago mañana con ese tema que no pude resolver hoy” o “a mí me pagan por cumplir durante estas horas, así que eso es sólo lo que hago”. Cuando usted no sabe cómo terminar de forma adecuada un día laboral, puede convertirse en una situación que se traduce en un estrés “invisible” pero que termina llevándose a la casa.

FP le recomienda “Técnica pomodoro, la más efectiva para evitar distracciones”.

Entonces, es necesario hacer un cierre adecuado de su día, con el fin de que lo que pasa en el trabajo se quede en el trabajo y no afecte ese momento de descanso en su casa, ya sea solo o con sus seres queridos. Incluso, porque ser organizado al finalizar, le permite tener una mayor predisposición para el siguiente día así como un panorama más claro de lo que va a hacer.

En todo esto, más allá que logre ser productivo, también tiene que haber una sensación de recompensa, en la que usted sienta que realmente hizo algo en su día que valió la pena y a lo que le dedicó tiempo porque, cuando sucede lo contrario, puede estar perdiendo una motivación importante en su trabajo.

  • Una frase para terminar: es importante tener la inspiración adecuada y poder contar con una motivación para irse tranquilo a casa, ya sea porque el día que tuvo fue muy pesado o porque se le presentaron inconvenientes o, simplemente, porque es agradable llegar con una sonrisa a la casa.

Busque entre las que tenemos en Finanzas o, si tiene alguna inspiración personal, escoja la suya. Lo importante es que la lea, intente aprendérsela en el camino a casa y la aplique.

  • Lista de pendientes: siempre es bueno tener claro con qué va a empezar el siguiente día. Cuando llega y no tiene una “hoja de ruta”, siendo las primeras horas de la mañana, puede llegar a perder tiempo precioso en el que sus niveles de energía son altos y, por lo tanto, es más productivo.

Esto implica también verificar las reuniones o eventos que tiene pendientes, prepararse para ellos y que no lo cojan “con los calzones abajo” con información que usted no tenía presente, pero debería haber tenido.

Lea “La verdadera razón por la que se la pasa tan estresado en la oficina”.

  • Dejar despejado el escritorio: esto ayuda a un tema más psicológico que cualquier otra cosa. Es como cuando usted deja su cama sin tender y en la noche, con el cansancio que tiene, le da pereza tenderla y se acuesta encima de todo, pero no duerme igual.

Con su espacio laboral sucede exactamente lo mismo. Llegar un día temprano y ver un desorden encima sin saber por dónde empezar, puede generarle estrés incluso antes de empezar a laborar. Procure, al menos, dejar etiquetadas las cosas, para que al otro día le quede mucho más sencillo encontrar aquello con lo que va a trabajar pero eso sí, sin duda, un escritorio totalmente desocupado incrementa hasta en 10% los niveles de productividad.

Recuerde que el tiempo no sólo es dinero, sino también es inversión y es algo que usted no puede intercambiar como un bien por salud o por momentos con su familia. Deje de decir “termino mi jornada hasta que dejo todo hecho”, porque esto le da espacio a la procrastinación y su cerebro no se prepara para hacer las cosas en los horarios correspondientes.

  • Guarde sus cosas: tanto minutos antes de abandonar su oficina, como apenas llega a su casa, pues lo más aconsejable es dejar todo listo para el siguiente día y no que en la mañana esté corriendo buscando el carné de la oficina o la USB con la información para la presentación de la reunión.

Puede leerse como algo básico, pero quien no lo aplica sabe a las consecuencias a las que se puede enfrentar al siguiente día, especialmente, por estrés.

No se pierda “Por qué llegar al trabajo tarde puede ser lo mejor para todos”.