La Organización Mundial de la Salud y Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) recomiendan que la lactancia materna se mantenga durante los primeros seis meses de vida. Foto: Ingimage | Foto: Foto: Ingimage

Vida moderna

Alimentos que se deben evitar durante la lactancia

La OMS señala que la lactancia materna es la forma óptima de alimentar a los bebés.

18 de mayo de 2022

La leche materna es uno de los alimentos más beneficiosos para la salud de los bebés. Según el Ministerio de Salud de Colombia “Diversos estudios evidencian que la lactancia materna salva vidas, evita la morbilidad, la mortalidad, promueve el desarrollo físico y cognitivo óptimo, reduce el riesgo de contraer algunas enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación en la edad adulta y aporta grandes beneficios en la salud de las madres, lo que repercute en beneficios económicos para la familia, el sistema de salud, empleadores y el país”.

La Organización Mundial de la Salud y Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) recomiendan que la lactancia materna se mantenga durante los primeros seis meses de vida y que se inicie en la primera hora de vida del recién nacido. Agrega que debe ser de libre demanda y que se evite el uso de fórmulas infantiles.

Uno de los beneficios populares sobre la lactancia materna está relacionado con las pruebas de inteligencias. “Los niños amamantados tienen un menor riesgo de maloclusión dental y la investigación ha demostrado que existe una relación entre la lactancia materna y mejores resultados en las pruebas de inteligencia”, indica la OMS.

Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos señala los diferentes beneficios de la lactancia materna tanto para el bebé como la madre.

  • La leche materna tiene las cantidades suficientes de carbohidratos, proteínas y grasa.
  • Aporta las proteínas, minerales, vitaminas y hormonas que el bebé necesita para un buen desarrollo y crecimiento.
  • La leche materna tiene anticuerpos que ayudan a la prevención de enfermedades en el bebé como: alergias, infecciones del oído, gases, diarrea y estreñimiento, enfermedades de la piel, infecciones estomacales o intestinales, problemas de sibilancias, enfermedades respiratorias, etc. Asimismo, los niños que reciben esta alimentación tienen menor riesgo de padecer diabetes, obesidad, síndrome de muerte súbita del lactante y caries.

La madre lactante también recibe beneficios:

  • Construye un vínculo con su hijo.
  • Puede encontrar una forma fácil para perder peso.
  • El inicio del período menstrual puede demorar.
  • Se reduce el riesgo de enfermedades como diabetes tipo 2, cáncer de ovarios y mama, osteoporosis, obesidad y afecciones cardíacas.

Alimentación saludable

El portal especializado en salud Tua Saúde explica que la alimentación de la madres es muy importante para la composición de la leche materna. Por este motivo, hay algunos cuidados y recomendaciones que se debe tener en cuenta relacionados con la dieta. Este sitio web menciona algunos de los alimentos que se deberían evitar mientras se amamanta al bebé.

  1. Alcohol.
  2. Chocolate.
  3. Cafeína.
  4. Alimentos procesados.
  5. Alimentos crudos.
  6. Alimentos con sabor intenso (ajos, cebolla).

Se deben seguir las recomendaciones del médico de consulta habitual para que el proceso de lactancia sea exitoso.

Mastitis

La mastitis está comúnmente relacionada con las mujeres que amamantan; sin embargo, puede desarrollarse en mujeres que no estén lactando y en hombres.

Según indica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, esta afección causa enrojecimiento, hinchazón y dolor. Puede presentarse en uno o ambos senos. “La mastitis es una inflamación en el tejido mamario que a veces implica una infección. La inflamación provoca dolor, hinchazón, calor y enrojecimiento en los pechos. Es posible que también tenga fiebre y escalofríos”.

Los síntomas de la mastitis pueden presentarse repentinamente. Algunos incluyen:

  • Sensibilidad en las mamas o sensación de calor al tacto.
  • Hinchazón de las mamas.
  • Engrosamiento del tejido mamario o un bulto en la mama.
  • Dolor o sensación de ardor de forma continua o durante la lactancia.
  • Enrojecimiento de la piel, a menudo en forma de cuña.
  • Sentir malestar general.
  • Fiebre 38.3 °C o más.