En esta temporada de lluvias suelen aumentar los casos de enfermedades respiratorias y es normal que al momento de sentir dolor en la garganta también se sienta malestar en el oído o viceversa. Esto se debe a que este último está conectado con la parte posterior de la nariz y la garganta por un conducto estrecho llamado trompas de Eustaquio.
Llegar a sentir estos dolores puede ser insoportable, tanto que dificultan la realización de actividades básicas como dormir, comer y hacer otra cosa que pensar en el dolor. Cuando el dolor es extremadamente fuerte, lo recomendable es acudir a un médico. Sin embargo, en casos no tan graves, hay remedios caseros que las personas pueden utilizar.
- Gárgaras de agua con sal: para parar o disminuir el dolor de garganta, se recomienda hacer gárgaras y enjuagarse con agua tibia con sal; esto ayuda a aliviar el ardor causado, en muchos casos, por la amigdalitis. También puede reducir la inflamación y hasta ayudar a tratar las infecciones.
- Preparación: se debe verter aproximadamente media cucharada de sal en aproximadamente cuatro onzas de agua tibia. Es importante revolver hasta que la sal se disuelva. Cuando la mezcla esté lista, la persona deberá hacer gárgaras durante varios segundos y luego escupirla. Luego, enjuagar con agua regular.
- Ajo: el ajo tiene múltiples usos en la medicina tradicional para aliviar el dolor. Esta vez debido a sus propiedades antimicrobianas puede contrarrestar posibles infecciones, en este caso en el oído. Las gotas óticas de ajo también pueden ayudar a reducir y evitar que una infección empeore.
- Preparación: para conseguir el líquido, se puede cocinar dos o tres dientes de ajo en dos cucharadas de mostaza o aceite de semilla de ajonjolí hasta que estén dorados, luego se deberá colar la mezcla. Luego de dejarla reposar, aplicar una o dos gotas en cada oído.
- Té caliente con miel pura: las bebidas tibias como el té ayudan a reducir las molestias en la garganta. La miel pura, que con frecuencia se agrega al té, tiene fuertes propiedades antibacterianas y puede ayudar a tratar las infecciones.
- Preparación: el té puede ser de jengibre, ya que es un antiinflamatorio fuerte; luego de que el agua esté hervida con el ingrediente principal, agregar la miel pura y revolver hasta que se disuelva. Luego, tomar el té tibio.
- Agua oxigenada: esta se ha utilizado como remedio natural para el dolor de oído durante años. La forma de uso es muy sencilla: primero, hay que poner varias gotas de agua oxigenada en el oído afectado. Luego, reposar durante varios minutos antes de drenarla en el lavabo. Finalmente, enjuagar el oído con agua limpia y destilada.
- Agua: parece obvio, pero tomar abundante agua cuando se presenta el dolor de garganta ayudará a reducir el malestar. Mantenerse hidratado es una parte importante del tratamiento. Cuando el cuerpo está deshidratado, no puede producir suficiente saliva y mucosidad para mantener la garganta lubricada de forma natural, lo cual empeorará la hinchazón y la inflamación.
Es relevante recordar que estas son solo algunas recomendaciones basadas en la medicina tradicional; no obstante, si la sintomatología es grave, lo ideal es acudir con el médico más cercano e implementar el tratamiento correspondiente lo antes posible.
¿Cómo evitar un infarto pulmonar?
Un infarto pulmonar, o también conocido como embolia, es un bloqueo repentino de una arteria pulmonar y se produce cuando un coágulo denominado como trombosis se desprende y utiliza las venas hasta llegar a los pulmones.
Asimismo, cuando el coágulo es grande o se producen varios, esta embolia puede causar la muerte, por eso se deben tener en cuenta los siguientes síntomas:
- Falta de aire. Este síntoma generalmente aparece repentinamente y siempre empeora con el esfuerzo.
- Dolor en el pecho. Es posible que el paciente sienta como si estuviera teniendo un ataque cardíaco. El dolor suele ser agudo y se siente cuando se respira profundo, lo que generalmente impide hacerlo. También se puede sentir cuando una persona tose, se inclina o se agacha.
- Tos. La tos puede producir un esputo sanguinolento o con hilos de sangre.