BIENESTAR

El dinero sí trae felicidad

Siempre se ha dicho que la plata no le garantiza a su dueño ser feliz, pero un estudio en Gran Bretaña reveló todo lo contrario.

12 de septiembre de 2015

Pambelé siempre tuvo la razón cuando dijo a los medios que era mejor ser rico que pobre. Durante años, sin embargo, se ha oído decir que esa relación es efímera y que son más importantes las experiencias, la religión y un buen matrimonio. Pero un reciente estudio por fin saca a la luz la verdad: el dinero sí hace más feliz a la gente. El trabajo, hecho por la ONS, el Dane de los ingleses, encontró que los niveles de bienestar personal, satisfacción individual y felicidad son mayores a medida que aumenta la riqueza del hogar. Y no solo eso, la ansiedad se reduce cuando crecen las arcas familiares.

Se trata, no obstante, de un tipo de capital muy específico, aquel incluido en la categoría de riqueza financiera neta que, según Andrés Aljure, coach en temas de bienestar, resulta de sumar todos los activos financieros, es decir, acciones, depósitos, ahorros y dinero guardado en el banco o debajo del colchón, y restar las deudas, tanto las de corto como las de largo plazo. “La correlación entre dinero y felicidad fue más fuerte en esa categoría”, dice Aljure.

Menor impacto tuvieron objetos y cosas materiales como antigüedades, obras de arte, yates, carros con los cuales se puede presumir pero no ser más feliz. La felicidad es más efímera con este tipo de bienes debido a la adaptación hedónica, un fenómeno mediante el cual el ser humano se acomoda a las circunstancias. “La novedad de un nuevo carro lo hace sentir bien por un momento pero deja de ser importante cuando el vehículo se vuelve parte del paisaje”, dice Aljure. Por eso, otras investigaciones han mostrado que invertir la plata en experiencias es una manera de alcanzar y prolongar la felicidad pues no solo se goza al anticipar el momento sino al recordarlo.

Los autores del trabajo aclararon que los resultados pueden haber sido influenciados por la época en que se hizo el estudio, 2011-2012, un periodo de recesión económica en Gran Bretaña. Así mismo, el trabajo no resuelve el eterno dilema de si el dinero causa la felicidad o si la felicidad es el motor para generar riqueza.

Lo que sí está claro es que el dinero es importante y reconfirma hallazgos similares anteriores. Lo que aún se discute es qué tanta importancia tiene en el bienestar, y según Aljure la respuesta sería apenas un 10 por ciento, mientras que otras variables, como por ejemplo, el sentido de logro, las relaciones personales positivas y el sentido de propósito tienen un mayor peso. Otros han observado que poseer riqueza no aumenta la felicidad pero sí disminuye la tristeza porque “le da a quien la posee mayores opciones para lidiar con la adversidad”, según dice Elizabeth Dunn, investigadora de la Universidad de British Columbia en uno de sus estudios. “Los más ricos sienten mucho más control que los pobres cuando las dificultades aparecen”, agrega.

En el tema, sin embargo, no hay nada escrito. Se había dicho que la felicidad era relativa y que variaba en la medida en que la gente se comparaba con los demás. Pero estudios recientes no lograron confirmar esa idea. Otras investigaciones también establecieron que el dinero importaba pero hasta un nivel de 75.000 dólares, después del cual no había grandes variaciones en la felicidad. Pero la evidencia más reciente indica que si hay límite de saciedad de dinero este aún no se ha encontrado.

Según el estudio de esta semana, Aljure sugiere disminuir las deudas pues de ese modo se logrará aumentar la riqueza, y con ello llegará más felicidad y tranquilidad. Porque, como diría Groucho Marx: “Hay muchas cosas más importantes que el dinero pero cuestan mucho”.

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