PSICOLOGÍA

El poder del nueve

Un estudio señala que un año antes de cambiar de decenio la gente es más propensa a quitarse la vida o a hacer grandes inversiones.

6 de diciembre de 2014

Aunque todos envejecen a diario, la gente tiende a creer que cuando llega a un nuevo decenio termina una temporada de la vida y empieza otra en la que aparentemente todo cambia. Sin embargo, un reciente estudio mostró por primera vez que no son los años terminados en cero los más críticos sino los anteriores a este hito: 19, 29, 39, etcétera.

El trabajo, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, se basó en seis diferentes estudios. En los dos primeros, los psicólogos Adam Alter y Hal  Hershfield, autores de la investigación, analizaron una muestra de más de 40.000 adultos de 100 países y confirmaron que cuando la edad de los sujetos termina en 9 estos son más dados a reflexionar sobre el sentido de la vida.

 Los siguientes estudios constataron que, además de lo anterior, poco antes de cambiar de piso la gente tiende a tomar acciones drásticas, que pueden ser positivas o negativas según el resultado. En uno de ellos, por ejemplo, se encontró que aquellas personas con edades terminadas en 9 tienden más a echarse una cana al aire. Al analizar la edad de usuarios de Ashley Madison, un sitio especializado para infieles, los autores encontraron que de los 8 millones inscritos, aquellos cuya edad terminaba en 9 estaban sobrerrepresentados en 18 por ciento frente a otras edades.

En el año anterior a cumplir un decenio otros prefieren acabarlo todo. Según datos de los Centros para Control y Prevención de las enfermedades de Estados Unidos, CDC, por sus siglas en inglés, los investigadores encontraron que los que tienen edades terminadas en 9 tienden a quitarse la vida con mayor frecuencia.  Los autores también encontraron que las crisis existenciales pueden generar acciones positivas. Al observar una población de 500 nuevos maratonistas adscritos al sitio web Athlink, Alter y Hershfield constataron que los que tenían 19, 29, 39, 49, 59 eran 48 por ciento más numerosos que los atletas de otras edades. Adicionalmente, corrieron 2 por ciento más rápido, lo que sugiere que entrenan más en esos momentos.

Los autores llegaron a la conclusión de que en la búsqueda de sentido “se pueden hacer cambios positivos o destructivos”, dice Hershfield. La otra conclusión es que la gente vive obsesionada con los números. Aunque nadie envejece el año antes de cumplir 30 o 40, y se pueden trazar objetivos en cualquier momento de la vida, las personas prefieren esos momentos porque  “pensamos que llegar a 20 o 30 marca el inicio de una nueva era”, dijo Alter a SEMANA.

Otros estudios muestran ese tipo de obsesión. En la prueba de conocimientos SAT que equivale al Icfes en Colombia, los estudiantes que sacan 990 en lugar de 1.000 prefieren repetirlo. “Aunque ambas cifras son muy parecidas 1.000 parece más alta en términos psicológicos”. Katherine Milkman, investigadora de la Universidad de Pensilvania ha encontrado además que la gente tiende a buscar información sobre dietas al comienzo de la semana o del mes. Y aunque no hay evidencia de que empezar dietas sea mejor a comienzo de año, “el calendario da un poderoso sentido de que es un nuevo comienzo”, señala Oliver Burkeman, autor de The Antidote.

La investigación de Alter y Hershfield, además, sugiere que al final de cada decenio la gente tiende a hacer compras grandes como seguros de vida, cirugías estéticas e inversiones en jubilación. Con su trabajo, los autores pretenden hacer más conscientes a las personas de estas tendencias para que “sepan si toman esas decisiones por las razones correctas”.