Fresas: estos son sus beneficios para combatir el hígado graso

A la enfermedad del hígado graso también se le conoce como esteatosis hepática y se presenta cuando la grasa se acumula en este órgano. Tener pequeñas cantidades de esta sustancia es normal, pero cuando se incrementan, es posible que se convierta en un problema médico.

El hígado es uno de los órganos más grandes del cuerpo. Ayuda a procesar nutrientes de alimentos y bebidas, y filtra sustancias dañinas de la sangre, según el sitio web MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Cuando hay demasiada grasa puede generar inflamación del órgano y es posible que lo dañe y cree cicatrices. En casos graves, esta cicatrización lleva a la insuficiencia hepática, asegura el portal Healthline.

Por ello, cuando una persona sufre de esta patología se recomienda acudir a un médico y empezar a tener una alimentación saludable, en la que se sigan los consejos del experto y añadir muchas verduras, en especialmente las verdes, frutas, entre otras cosas.

Una de las frutas que más se resaltan para combatir el hígado graso es la fresa, pues es rica en fibra, vitamina C y antioxidantes que protegen no solo este órgano sino el mismo sistema inmune.

Además, los ácidos orgánicos que contiene tienen una acción antiséptica y antiinflamatoria, por lo que incluirlas en la dieta mejora la condición del hígado graso. Además, es rica en agua por lo que ayuda a evitar la retención de líquidos.

Qué más alimentos incluir cuando se padece esta enfermedad:

• Consumir entre 4 a 5 porciones de vegetales y frutas, como la lechuga, manzana, durazno, papaya, berenjenas.
• Alimentos ricos en fibra, como pan integral, pasta integral, arroz integral.
• Carnes blancas, las cuales son bajas en grasa, entre ellas destacan el pavo, el pollo y el pescado.
• Los huevos, el yogur y la leche también son buena opción para prevenir el hígado graso.

Alimentos que provocan el hígado graso:

• Evitar el alto consumo de pan blanco, arroz y pasta.
• No consumir comidas congeladas y rápidas.
• Evitar el consumo de gaseosas, tortas, galletas industrializadas.
• Finalmente, prevenir el consumo de grasas saturadas como, mantequillas, embutidos, mayonesas.

Remedios naturales para regular los niveles de grasa del hígado

La medicina tradicional sugiere algunos remedios naturales para regular los niveles de grasa del hígado. Por ello, la revista especializada Mejor con Salud da la preparación de varios de ellos:

Infusión de alcachofas

Esta planta es hepatoprotectora y se puede preparar en infusión para ayudar a recuperar la salud del hígado.

Ingredientes:

• 4 alcachofas
• Agua (cantidad necesaria)

Preparación:

• En primer lugar, hay que lavar bien las alcachofas para que eliminar todo rastro de tierra entre sus hojas.
• Después, colocar las alcachofas en una olla y cubrirlas con agua.
• Por último, llevar la olla al fuego, hasta que las alcachofas estén cocidas. El agua se reducirá hasta la mitad, aproximadamente.
• Finalmente, se debe tomar la infusión a lo largo del día.

Infusión de boldo y diente de león

Estas dos hierbas medicinales son ideales para aliviar la sintomatología del hígado graso. Específicamente, las hojas del diente de león se pueden incluir también en ensaladas.

Ingredientes:

• 8 hojas de boldo
• 1 cucharadita de raíz de diente de león.
• 1 taza de agua.

Preparación:

• Inicialmente, se debe calentar el agua y, cuando llegue a ebullición, apartar del fuego, y agregar las hierbas.
• Después, dejar la infusión tapada por cinco minutos.
• Pasado este tiempo, colar y beber una taza después de cada comida.

Semillas de papaya y limón

Incluir el consumo diario de una taza de papaya debe convertirse en un hábito para quienes padecen e hígado graso. Además, su consumo se puede combinar con el limón, un fruto cítrico.

Ingredientes:

• 5 o 6 semillas de papaya.
• 1 cucharada de jugo de limón.
• 1 vaso de agua.

Preparación:

• Se debe abrir la papaya, extraer las semillas y ponerlas a secar al sol.
• Una vez estén secas, triturar de cinco a seis semillas.
• Agregar este polvo al agua e incorporar el jugo de limón recién exprimido.
• Tomar esta preparación dos veces al día durante un mes.