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MINI CLAUDIA BIOSEGURIDAD | Foto: MINI CLAUDIA BIOSEGURIDAD

Coronavirus

¡Ni temperatura, ni tapetes, ni alcohol! Las medidas que no sirven para contener la covid-19

A pocos días de cumplirse el primer año de pandemia, las autoridades sanitarias mundiales declararon que los hábitos diarios que adoptamos para luchar contra el coronavirus son poco eficientes. Frente a la nueva realidad, Bogotá cambió las medidas.

17 de febrero de 2021

Las medidas que al principio de la pandemia crearon una aparente barrera personal contra el coronavirus, ahora parecen no ser tan eficientes. La toma de temperatura al ingreso de los establecimientos, los tapetes con químicos desinfectantes, el registro de personas, entre otras, no aportan mucho al control de la transmisión del virus y es posible prescindir de ellas.

A medida de que pasa pandemia que esta punto de cumplir un año, se han ido identificando las medidas más certeras que combaten fuertemente la propagación del virus y se ha dejado en un segundo plano las más obsoletas. Estas últimas con un agravante: además de ser poco eficaces, generan desperdicio de productos, dan una percepción falsa de seguridad, e incluso pueden llegar a ser distractores de otros métodos que sí son efectivos.

Según la resolución 208 del 16 de febrero de 2021, expedida por la Secretaría de Salud, las medidas mencionadas, como el uso de tapetes desinfectantes y la toma de temperatura, ya no serán exigidas. Bogotá es la primera ciudad de Colombia en acatar las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y del propio Gobierno nacional. Seguramente muchas otras otras ciudades del país irán en la misma vía que la capital.

La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, aseguró que los encargados de los establecimientos deberían estar más pendientes de una correcta ventilación en el sitio y del correcto uso del tapabocas de sus clientes, que de la desinfección de zapatos o la toma de la temperatura.

Expertos confirman que la toma de temperatura no permite identificar con certeza señales de infección. En la misma línea, el uso de tapetes desinfectantes tampoco muestran evidencia alguna que permita concluir que la contaminación del calzado sea fundamental en la transmisión del virus.

Por su parte, el infectólogo, Carlos Álvarez, afirma que muchas personas dedican más tiempo a la limpieza del calzado que al lavado de manos, una medida que sí es efectiva contra el coronavirus y de la cual se han hecho muchos estudios. En ese sentido, la desinfección con agua y jabón es la más efectiva para combatir el virus, junto con el uso del tapabocas y que los espacios tengan buena ventilación.

Otra medida que podría no ser tan eficaz es la aspersión de químicos para desinfectar. En el mundo se volvió costumbre rociar sustancias como el alcohol sobre la ropa, objetos, y, peor aún, sobre las personas. Al respecto de esta medida, el Ministerio de Salud desestimó esta práctica hace varios meses, y alertó que, en vez de ser una ayuda, podría prestarse para afectaciones en la salud de los individuos. De hecho, se está estudiando si estos aerosoles funcionan como método de transmisión.

A su vez, Álvarez, aseguró que el uso de aparatos de aspersión, atomizadores manuales o cabinas, que usen químicos para eliminar el virus, podrían aplicarse exclusivamente en sitios donde exista alta concentración viral, como en hospitales y lugares conglomerados, esto bajo un protocolo establecido y una vigilancia muy rigurosa.

Otra imagen popular de la pandemia son las personas en la calle cubiertas, de pies a cabeza, con trajes antifluidos. Lo cierto es que este tipo de vestimenta tampoco presenta una utilidad definitiva contra el covid-19. No obstante, lo que sí está comprobado es que este tipo de vestimenta es necesaria en áreas hospitalarias o en lugares con alta concentración del virus. Esto bajo normas específicas de manejo, recambio y desecho.

De manera que, a falta de resultados eficaces, las prácticas cotidianas como la desinfección de los zapatos, registros de temperatura, listado de personas al ingreso de establecimientos no aportan en mayor medida al control del virus, por lo que es posible prescindir de estas medidas. Solo con las nuevas recomendaciones de la OMS y de expertos, en las que están vigentes el uso de tapabocas, lavado de manos y espacios con buena ventilación, son las formas más efectivas de evitar una tercera ola epidemiológica.