Vida Moderna
Seis opciones para cambiar el azúcar por plantas medicinales
Antes de consumir cualquier planta medicinal, un profesional de la salud lo debe autorizar.
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Las plantas o hierbas medicinales se han utilizado a lo largo de la historia para combatir y prevenir una gran cantidad de enfermedades. Estas se suelen preparar y consumir en infusión o en té, pero otra opción es implementarlas por vía tópica, por ejemplo, en compresas, colirios o lociones.
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Sin embargo, otro gran beneficio o utilidad de las plantas medicinales que quizás pocos saben es que pueden reemplazar el azúcar para darle un sabor dulce a las diferentes preparaciones o comidas que se ingieren día a día.
Lo positivo de estas plantas que sirven para reemplazar el azúcar es que evitan que la glucosa en la sangre se incremente. “La glucosa (azúcar) en la sangre proviene de los alimentos que comemos o es producida por el hígado, y se encuentra en el torrente sanguíneo (cuando se transporta a todos nuestros órganos y células) y dentro de las células (donde se transforma en energía)”, explica la American Diabetes Association.
Cuando los niveles de esta sustancia se encuentran en valores altos, se aumenta la posibilidad de sufrir una enfermedad como la diabetes, la cual, según la Organización Panamericana de Salud (OPS), es una afección metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa, que con el tiempo genera daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones y otros órganos.
Tener la glucosa en la sangre en niveles elevados también puede ocasionar impotencia sexual, entumecimiento y temblor de extremidades, y un trastorno intestinal como la diarrea.
Por eso, es de vital importancia limitar la ingesta de una sustancia como el azúcar y reemplazarla, como se mencionó anteriormente, por algunas plantas medicinales, en especial. De acuerdo con el portal especializado Cuerpo Mente estas son seis opciones de hierbas para cambiar el azúcar:
1. Estevia. “En los últimos años, la estevia (stevia rebaudiana), originaria de Brasil y Paraguay, se ha convertido en una de las grandes protagonistas de los mercados y ferias de productos ecológicos y dietética. El prodigio de su intensa dulzura, sus hojas son hasta 60 veces más dulces que el propio azúcar, la ha encumbrado al trono de endulzante natural por excelencia. Es hipoglucemiante, antihipertensiva, edulcorante natural, diurética, antibacteriana y antifúngica”, afirma el sitio.
2. Judía. La judía (phaseolus vulgaris) es una planta cuyas vainas se utilizan con fines medicinales. Se ha demostrado en estudios de laboratorio que los extractos de las vainas de judía tienen un efecto significativo en la reducción de los niveles de azúcar en sangre, al mismo tiempo que pueden aumentar los niveles de insulina. Por lo tanto, se considera que la judía tiene propiedades hipoglucemiantes, hipolipemiantes, diuréticas y depurativas.
3. Canela. “La canela (cinnamomum verum), originaria de India y Sri Lanka, suma a su excelente sabor propiedades medicinales muy útiles en la diabetes. La parte utilizada es la corteza de las ramas jóvenes. Se considera digestiva, estimulante, carminativa, hipoglucemiante y antiséptica”.
4. Gymnema. La gymnema (gymnema sylvestre) es una planta trepadora que se encuentra en el este de la India y en África tropical. Se conoce como “gurmar”, que significa “destructor del azúcar”. Es una planta ampliamente utilizada en la práctica ayurvédica para tratar la diabetes, el sobrepeso y la artritis.
5. Copalchi. “El copalchi (coutarea latifolia) es un arbusto tropical que crece desde el sur de México hasta Colombia. Con fines medicinales se emplea la corteza del tronco: contiene un heterósido amargo, el coutareósido, que por hidrólosis genera glucosa y una genina polifenólica, lo que estimula la secreción pancreática para conseguir una adecuada metabolización de los hidratos de carbono”.
6. Eucalipto. Cuerpo Mente puntualiza indicando que las hojas de eucalipto (eucaliptus globosus) constituyen un remedio descongestionante y antiséptico para aliviar las enfermedades respiratorias. También se ha demostrado su importancia como regulador de los índices de glucemia.