Vitamina D: estas son las ‘graves’ afecciones que genera su deficiencia en el cuerpo

Las vitaminas son nutrientes esenciales, pues inciden en el desarrollo de muchos procesos clave para el organismo. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que existen 13 de ellas que son determinantes y no deberían faltar para que el cuerpo pueda funcionar apropiadamente.

Una de ellas es la D. Este nutriente cumple con diversas funciones. Por ejemplo, le ayuda al cuerpo a absorber el calcio, una de las principales sustancias necesarias para que las personas puedan tener huesos fuertes.

Loa Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos indican que junto con el calcio, la vitamina D contribuye a prevenir la osteoporosis, una enfermedad que hace que los huesos se vuelvan más delgados y débiles y sean más propensos a presentar fracturas.

Además, al cuerpo le hace falta para otras funciones. Por ejemplo, los músculos la requieren para el movimiento y los nervios para transmitir mensajes entre el cerebro y otras partes del cuerpo. Así mismo, su consumo resulta indispensable para que el sistema inmunitario pueda combatir las bacterias y los virus que lo atacan.

Normalmente, las personas obtienen la cantidad necesaria de esta vitamina, pero hay ocasiones en las que no es así y esto se manifiesta mediante las siguientes señales.

• Enfermedad o el desarrollo de infecciones de forma recurrente
• Fatiga y bajo estado de ánimo
• Dolores musculares
• Dolores de huesos y de espalda
• Difícil cicatrización de las heridas
• Pérdida de cabello

Graves afecciones

Los especialistas aseguran que cuando la carencia es alta causa raquitismo en los niños, una enfermedad en la que los huesos se ablandan, debilitan, deforman y también generan dolor.

En el caso de los adolescentes y adultos, la falta de este nutriente en el organismo genera osteomalacia, un trastorno que ocasiona dolores en los huesos y debilidad muscular. En estos pacientes también los huesos se ablandan y se deforman. Esto puede llevar a que se generen fracturas.

¿Cómo obtener la vitamina D?

La mejor manera en la que el cuerpo obtiene este nutriente es cuando la piel se expone directamente al sol y es por ello que en muchas oportunidades se le denomina la vitamina de la “luz del sol”. La mayoría de las personas satisfacen buena parte de sus necesidades de la misma de esta manera.

De igual forma, es importante la ingesta de algunos alimentos puntuales que la contienen, aunque la lista no es larga y esta es una de las razones por las cuales muchos alimentos son enriquecidos con esta vitamina. Dentro del grupo de productos que la contienen de manera natural están, entre otros, los pescados grasos (atún, salmón y caballa); el hígado de res, el queso y las yemas de los huevos, los champiñones y la leche y otros productos enriquecidos.

Qué pasa con el consumo en exceso de este nutriente

Así como la deficiencia causa afecciones en el organismo, el consumo en exceso también puede incidir de manera negativa. Para los expertos, las concentraciones demasiado elevadas de vitamina D en la sangre pueden causar náuseas, vómitos, debilidad muscular, confusión, dolor, pérdida del apetito, deshidratación, micción y sed excesivas y cálculos renales.

Si los niveles son muy, pero muy altos, es posible que generen insuficiencia real, arritmia y hasta la muerte, según los Institutos Nacionales de Salud. Los niveles elevados de esta vitamina casi siempre se deben a su consumo en cantidades excesivas a través de suplementos dietéticos. Es importante aclarar que nunca una persona recibirá demasiada vitamina D del sol porque la piel limita la cantidad que puede producir.

Los límites máximos diarios de vitamina D incluyen el consumo de diversas fuentes, como alimentos, bebidas y suplementos dietéticos. Para tener claridad sobre la cantidad que se debe consumir al día, dependiendo de la condición del paciente, lo mejor es consultarlo con un especialista.