Los representantes de la industria turística pidieron al sindicato que cancele la huelga o cambie las fechas, ante las "desastrosas" consecuencias potenciales del paro.
El gobierno impuso reducciones salariales y de beneficios en los últimos dos años para contener el alza galopante de la deuda soberana.
"Nuestra huelga sigue con una participación del 100%. Los servicios en todos los puertos de la nación han sido suspendidos", dijo a la AP el organizador del paro Antonis Dalakogiorgos en el puerto del Pireo, cercano a Atenas.
"Reconsideraremos nuestra posición tras la Pascua y adoptaremos las decisiones necesarias. Habrá nuevas protestas si no son atendidas nuestras principales demandas".
En anticipación a la huelga, la Asociación Griega de Agencias de Viajes y Turismo advirtió que los turistas se sentirán ahora más inclinados a cancelar sus reservas en las islas en el periodo pascual debido a la incertidumbre del transporte.
"La huelga causará múltiples problemas para los isleños así como para los viajeros griegos y extranjeros", dijo la entidad en una declaración.
"El momento de las protestas tendrá consecuencias desastrosas, precisamente cuando los negocios en apuros y la acorralada industria turística necesitan alivio".
La coalición gubernamental — que se afana en aprobar nuevas medidas de austeridad antes de las elecciones generales del mes próximo — retiró su amenaza de obligar a los huelguistas a trabajar recurriendo a una ley de emergencia raramente utilizada.
La coalición de cinco meses — respaldada por la mayoría socialista y los conservadores — seguramente anunciará la fecha electoral y la disolución del parlamento para el fin de semana.
La actividad parlamentaria será suspendida el miércoles con motivo de la Semana Santa ortodoxa.