LA SEMANA pasada se inauguró en Tokio el show del automóvil. La recesión en Japón, la reevaluación del yen y el empuje de los fabricantes norteamericanos han sido determinantes en un lánguido show, que no se compara con las épocas en que Honda lanzó el popular Accord (1985) y Toyota el Lexus (1989). Para ahorrar dinero, los fabricantes japoneses están lanzando menos modelos nuevos. Los nuevos carros contaminan menos, consumen menos energía, son más fáciles de reciclar y son más seguros.Los japoneses están tratando de hacer carros más económicos, con el recurso de utilizar en los carros nuevos piezas de modelos anteriores. Los espejos, por ejemplo, son estándares para todos los modelos de Toyota. Con los recursos ahorrados, se está desarrollando el EV50, un automóvil eléctrico. Mitsubishi presentó un automóvil híbrido que tiene baterías, pero también un pequeño motor de gasolina. Esta firma presentó también una versión del 3000 GT con capota dura, que al accionar un botón, el techo de vidrio y metal se retrae y entra al baúl. Mazda presentó un carro, el HR X2, que utiliza hidrógeno en lugar de electricidad, como elemento descontaminante. El cuerpo de este automóvil está hecho de polímero de cristal líquido. Pero respondiendo a un mercado más inmediato, Mazda presentó un sedán llamado Eunos 800, que en América se llamará Millenia. Este automóvil competirá con el Acura, Lexus e Infiniti.Los japoneses están haciendo énfasis en la seguridad. Los carros llevan lámparas movibles y cámaras en la parte delantera para mejorarla visibilidad. Suban presentó el nuevo Legacy.Pero el foco de atención vuelve a ser Detroit. El automóvil más llamativo en 1994 no será un Honda o un Toyota. Es el Chrysler Neón subcompacto, que ni siquiera está exhibido en la feria, pues el fabricante norteamericano no está interesado en venderlo en Japón.