La cofundadora de Ventures y vicepresidenta de contenidos de Grupo Semana, María López, estuvo en la cumbre latinoamericana de  emprendimiento, inversión y corporate venture que reunió a más de 1.500 personas. Allí, López compartió importantes reflexiones sobre el sector y los desafíos de las empresas que quieren hacer realidad la posibilidad de llevar sus productos y servicios a otros países. López compartió la experiencia y el crecimiento de Corporación Ventures por la que han pasado 30 mil ideas de negocios con un apoyo de cinco millones de dólares. “Ventures nació dentro de la Revista Dinero como un proyecto que reune el ecosistema de emprendedores en el país, en un momento en el que muchos colombianos habían migrado al exterior”, dijo. 19 años después, Ventures se convirtió no solamente en un concurso de emprendimiento sino en un proyecto que tiene un componente de formación para emprendedores y uno de aceleración para iniciativas en países como México, Argentina y Canadá. Sin embargo, a pesar del crecimiento del sector, para López, la cultura empresarial del país tiene que cambiar. “En Colombia el que pierde o el que arriesga no está bien visto. Contrario a lo que pasa en el mundo donde el que pierde, arriesga fracasa, pero se levanta, vuelve e invierte es un héroe. Parte de la cultura del emprendimiento en el planeta es el fracaso porque es la única manera de aprender”, dijo. Le recomendamos: "El fracaso es esencial en la cultura emprendedora": Alejandro Santos Según ella, el capital privado en el país no le está apostando al riesgo, sino que se mantiene en una dinámica en la que la métrica es ganar y generar utilidades. “Steve Jobs, Elon Musk y Jeff Bezos tuvieron historias de fracaso hasta convertir sus negocios en lo que hoy son. En Colombia esas historias se ocultan, por eso tenemos que abrir las puertas y traer inversión extranjera”, dijo. Para López, en esta estrategia es importante el papel de los medios de comunicación en empezar a contar las historias de emprendimiento, de esfuerzo y de resiliencia. “Hay que empezar a cambiar la narrativa empresarial. El gran empresario no llega a ser empresario sin haberse caído mil veces antes”, concluyó.