Se trata de un proyecto de ley que busca penas más severas para quienes cometen esa modalidad de delito. El pasado 21 de agosto, Ponce de León puso a circular en redes sociales una carta dirigida al presidente de la comisión primera de la Cámara, Manuel Rosero. En ella denunciaba “con mucho dolor” que el senador Roosvelt Rodríguez, del Partido de la U, había solicitado archivar el proyecto, al considerar que debía hacerse “una evaluación a fondo” y que era “innecesario, inconveniente e inoportuno”. La revelación causó una polémica y el martes Rodríguez se retractó. Pero el asunto deja un sinsabor, pues resulta inexplicable que un tema que causa tanta solidaridad encuentre obstáculos en la maraña del Legislativo colombiano.