La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) hizo un llamado para que se haga una rigurosa investigación para aclarar cómo ocurrió y quiénes fueron los responsables de la muerte de 17 indígenas Awá en Tortugaña (Nariño). Los Awá son un pueblo indígena conformado por 21 mil personas, lo que lo hace el más numeroso en ese departamento. Tras el hecho, que ocurrió la semana pasada, la Acnur dijo en un comunicado que “pedimos a todas las partes involucradas a respetar el Derecho Internacional Humanitario y exhortamos al gobierno colombiano a cumplir su obligación de proteger a los civiles y tomar medidas especiales para preservar la población indígena”. Según informaciones de la oficina que Acnur tiene en la zona, “la comunidad Awa, que como muchos grupos indígenas colombianos han luchado por años para mantenerse fuera del conflicto interno del país”. Los funcionarios de Acnur han descrito que “el pueblo Awá, ubicado en el departamento de Nariño, vive en un territorio protegido, lo cual no ha impedido el ingreso de los grupos armados a sus tierras. Como resultado, los indígenas Awá han sufrido graves violaciones de sus derechos incluyendo constante presión y persecución, reiterados asesinatos y desplazamientos forzados. En los últimos años, ellos han sido forzados a abandonar sus tierras en repetidas ocasiones. Algunos indígenas han cruzado la frontera para buscar refugio en Ecuador. Además, el uso de minas antipersonal en su territorio por parte de los grupos armados irregulares es otra fuente de terror y desplazamientos forzados”. Por eso, “hacemos un llamado para realizar una investigación urgente e independiente a cerca de los hechos ocurridos, y a tomar medidas de prevención, rápidas y efectivas, como seguir las alertas tempranas que repetidamente emite la Defensoría del Pueblo del departamento de Nariño”, dice la Acnur. No se trata de un departamento cualquiera. Se trata de uno de los que viven peores situaciones de violencia y desplazamiento. Los datos de la Acnur dicen que en los dos últimos años, Nariño produjo más del 10 por ciento de los desplazamientos. Al menos 300 mil personas tuvieron que salir en 2007 de sus casas para evitar la violencia y en 2008 las cifras son similares.   La ONG internacional defensora de los Derechos Humanos Human Rights Watch calificó el acto, que se le atribuye a las Farc, como “una clara prueba de su absoluto desprecio por la vida de los civiles y de su negativa a respetar los principios más básicos del derecho humanitario”. Human Rights Watch rechaza masacre Esta organización dice en un comunicado público que pudo constatar que en la masacre esa guerrilla mató a aproximadamente 17 integrantes de la etnia Awá, entre los que se encontraban al menos dos menores y que varias de las víctimas recibieron torturas. En relación con este ataque, el carro bomba que explotó en Bogotá hace apenas dos semanas y varios ataques en Cali y Arauca, José Miguel Vivanco, director para las Américas de esa ONG, dijo que "estos crueles asesinatos violan los principios más básicos de la integridad y dignidad humana". Y comentó que “"no existe excusa ni justificación válida para estos aberrantes actos". Para proteger a las víctimas y auxiliar a los desplazados, Human Rights Watch les pidió al gobierno y a las autoridades que adopten medidas prontas, además de garantizar que “todos los abusos cometidos en la región por grupos armados o fuerzas militares sean investigados en forma exhaustiva y sancionados. La ONG también se refirió a informes de riesgo de la Defensoría del Pueblo que han alertado varios hechos violentos en zonas de conflicto y llamó a las autoridades a tenerlos en cuenta.