El debate se plantea en momentos en que Washington estudia imponer una fuerte multa al banco francés BNP Paribas por haber violado las sanciones económicas contra Irán y Cuba. "Plantear esta pregunta equivale a comparar el chardonnay y el champagne", dijo a la AFP el exfiscal general Jacob Frenkel. "En principio ambos son vinos, pero su textura, color y aromas son diferentes". "En lo que tiene que ver con los bancos, la naturaleza de los hechos reprochados a unos y otros no es comparable", estimó. "Una cosa es crear instrumentos financieros tóxicos (lo que hacen los bancos estadounidenses) y otra es violar un embargo impuesto a regímenes cuyos principios minan las libertades fundamentales (BNP Paribas) o ayudar a los ricos estadounidenses a burlar al fisco de su país (Credit Suisse)". En Estados Unidos, "violar un embargo o colaborar con la evasión fiscal son crímenes que tienen que ver con la justicia penal, mientras que concebir un instrumento financiero, por más complejo que sea, no lo es", dijo a su vez un juez federal que pidió anonimato. Para estructurar las inversiones financieras complejas endosadas a préstamos inmobiliarios de riesgo (subprime), en el origen de la crisis financiera, los bancos estadounidenses recurrieron a numerosos y famosos abogados que les permitieron concebir productos sin duda tóxicos pero perfectamente acordes a las leyes del país, afirmaron a la AFP los exfiscales federales Frenkel y Derek Knerr. La prueba de ello, dijeron, es que el gobierno de Barack Obama, a pesar de los fuertes medios puestos a disposición de Lanny Breuer, el exconsejero del presidente Bill Clinton, no pudo lograr su objetivo de iniciar un proceso penal contra los bancos estadounidenses. Breuer, un exfiscal federal de renombre, fue designado en 2009 para hacerse cargo de la división criminal del Departamento de Justicia (DoJ) e investigar las responsabilidades en la crisis de las instituciones financieras de su país, tal como se hizo cuando la explosión de la burbuja de Internet. En esa ocasión, dirigentes de grupos como Enron y Tyco terminaron en la cárcel. Breuer abandonó su cargo en marzo de 2013 sin haber logrado enjuiciar a ningún gran personaje de Wall Street. - BNP, un ejemplo - "Es nuestra responsabilidad ir ante la justicia cuando existen pruebas de infracciones castigadas por la ley", dijo a la AFP Peter Carr, un portavoz del DoJ. Aunque hasta ahora han escapado a sanciones penales, los bancos estadounidenses pagaron sin embargo fuertes multas ante la justicia civil. Los acuerdos de mayor repercusión fueron suscritos en 2013 por JPMorgan Chase (13.000 millones de dólares) y Bank of America (9.500 millones en marzo, luego de haber pagado otros 9.300 millones en 2011). BNP Paribas, actualmente embarcado en duras negociaciones con las autoridades estadounidenses, corre riesgos de pagar una multa récord superior a los 10.000 millones de dólares, según The Wall Street Journal, y podría además perder temporalmente la licencia para operar en Estados Unidos, lo que afectaría a más de 15.000 trabajadores y alrededor de 10% de su volumen de negocios global. "Es algo desproporcionado", estima Gregori Volojin, gerente de fortunas en Meeschaert Financial Services. Por el mismo delito, en 2012 el banco holandés ING debió pagar 619 millones de dólares y el británico Standard Chartered 670 millones. El británico HSBC, acusado de complicidad en lavado de dinero, aceptó por su lado pagar, también en 2012, unos 1.900 millones de dólares. A ninguno de los tres se les suspendió la licencia. "La gente quiere sangre", dijo Volojin. El fiscal general Eric Holder "quiere asestar un golpe duro" que sirva de ejemplo, comentó por su lado Derek Knerr. AFP/D.com