Entre la noche del sábado y la madrugada del domingo se presentaron serias alteraciones del orden público en la capital vallecaucana por la furia de los hinchas de América de Cali que vieron como su equipo perdió la categoría y deberá jugar la próxima temporada en la Primera B. Según reportó el diario El País, en el estadio Pascual Guerrero un grupo de aficionados entró al campo de juego e incluso intentó ingresar al camerino donde se encontraban los jugadores y el cuerpo técnico del onceno rojo. También algunos seguidores resultaron lesionados en las graderías del escenario, entre ellos 15 en estado de ‘shock’ debieron ser atendidos por la Cruz Roja en la gramilla del estadio después del encuentro. Otro grupo de furibundos fanáticos se enfrentó con la 1.600 uniformados en los alrededores del escenario deportivo donde se escuchó la explosión de papas bomba. Varios locales comerciales en las cercanías quedaron destruidos y cinco personas, entre ellas un policía, resultaron lesionados. Los heridos fueron atendidos en la Unidad de Trauma del Hospital Universitario del Valle y entre ellos estaban un menor de 17 años y una mujer.