Este lunes se conoció la denuncia de la fundación Doggy In Home, ubicada en el occidente de Bogotá, la cual sufrió un violento ataque durante el fin de semana en sus instalaciones.

A través de su cuenta oficial de Instagram, una representante de la fundación contó que los vidrios del lugar fueron atacados a piedra poniendo en peligro no solo la vida de los trabajadores que se encontraban allí, sino también la de los animales que se encuentran en recuperación.

“Estamos aterrorizados, nuevamente están atentando contra nosotros. Sentimos miedo”, fue la frase con la que iniciaron su denuncia en redes. En los videos publicados en las historias, se puede ver el gran tamaño de las piedras y lo expuestos que quedaron los trabajadores y los animalitos, tras el daño en los vidrios.

“La mayoría de las personas que viven en el sector saben que nosotros funcionamos ahí, saben que ahí hay animalitos, saben que ahí hay personal y, gracias a Dios, en el momento en el que ocurrió esto, los animales estaban comiendo (…) Estas piedras gigantes pudieron haber causado mucho daño, pudieron caer en una cabeza o en un ojo”, señaló la mujer.

Igualmente, dijo que por falta de recursos no ha sido posible la instalación de cámaras en las afueras de la fundación para sentirse un poco más seguros, pues esta es la tercera vez que sufren ataques. “No es fácil ver que nos pueden estar haciendo daño, esto ahorita se convierte en una prioridad, esta es la tercera vez que pasa, tenemos cámaras internas, pero las cámaras por fuera no las hemos podido instalar”.

Entre lágrimas, la mujer fue muy clara diciendo que en la fundación hay muchos “ángeles” –refiriéndose a los animalitos– y también hay personas que esperan llegar a su casa sanos y salvos. Sin embargo, según su relato, algunos vecinos en el sector donde están ubicados, los han maltratado: “En este momento la fundación requiere bastante dinero, como todas las fundaciones (…) Siento que en el barrio donde estamos hay personas que nos han hecho la vida imposible desde que llegamos, que nos han maltratado física y emocionalmente, pero no tenemos las pruebas para de pronto pensar que ellas pudieron ser las que atacaron. Aquí hay más de 70 vidas, esto es una lucha diaria”.

¿Qué dijo la Policía?

La directora fue enfática en señalar que a pesar de las llamadas insistentes nadie respondió y ningún oficial del sector de Engativá llegó: “Uno llama al CAI más cercano, al teniente o al comandante y no llegan. Esto es frustrante, la Policía no hace presencia, no le interesa ayudar a sus ciudadanos”.

Igualmente, contó que a pesar de haber hablado con un agente y haber explicado la situación, hasta el momento nadie se ha acercado: “Estoy indignada, me llamó un coronel a decirme: ‘tranquila, ya vamos, ya miramos’, y yo dije: ’por fin, gracias’, pero después me llama otro capitán a decirme que ya venía. Yo le pasé la dirección y me dice: ‘ay, no, es que yo no soy de la localidad de Engativá, sino de Suba’, y nosotros ya hemos llamado un montón de veces y nadie responde”, señaló.

“La Policía solo se burla de los colombianos, nosotros ya hemos puesto denuncias por todo lo que nos ha pasado, hemos hecho hasta cartas para que nos pongan cuidado y nada, eso es perder el tiempo, no han respondido con nada. A nosotros nos han robado, nos han roto los vidrios, nos han atacado y nada, la Policía no hace nada, no actúa, no les interesa”, insistió.

Finalmente, aseguró que la única respuesta que había tenido de los oficiales era que pusiera la denuncia –las cuales ya han puesto en reiteradas ocasiones, pero no han tenido ayuda– y dijo que por el momento iban a continuar con su labor de ayudar a los animales como lo vienen haciendo.