Después cuatro años de negociaciones en La Habana, y más de medio siglo de guerra, el gobierno alcanzó “un acuerdo final, completo, definitivo, para poner fin al conflicto armado con las FARC”, declaró este miércoles el presidente Juan Manuel Santos, quien reconoció el esfuerzo “titánico” de las delegaciones. En una alocución desde la Casa de Nariño, el mandatario recordó que, desde el principio, la negociación se fundamentó en el principio de que ‘nada está acordado hasta que todo esté acordado’. “El día ha llegado. Hoy podemos decir que por fin todo está acordado”, enfatizó Santos al manifestar que se cerraron las negociaciones, y el texto definitivo del acuerdo final es “inmodificable”. “Hoy comienza el fin del sufrimiento, el dolor y la tragedia de la guerra”, señaló. “Logramos un acuerdo que, por donde se mire, es infinitamente mejor que continuar la guerra que rompió familias, azotó regiones y nos hizo sufrir un horror que nuestros hijos conocerán, por fortuna, sólo en los libros de historia”. El presidente anunció que este jueves enviará el texto al Congreso con el propósito de que convoque el plebiscito en el que los colombianos refrendarán los acuerdos, y que esa votación tendrá lugar el 2 de octubre. En otras palabras, desde este momento comienza formalmente una intensa campaña de cinco semanas entre los partidarios del Sí y el No. “Terminada la negociación y concluido el acuerdo, queda en manos de ustedes, de todos los colombianos, decidir con su voto si apoyan este acuerdo histórico que pone fin a este largo conflicto entre hijos de una misma nación”, resaltó al referirse a su promesa de que lo pactado solo entrará en vigor si es refrendado por el pueblo. “Puedo decirles desde el fondo de mi corazón que cumplí con el mandato que me dieron”, dijo al destacar la oportunidad histórica de dejar atrás el conflicto armado. La pedagogía de los acuerdo también arrancará desde este mismo jueves, cuando el texto definitivo será publicado en los sitios web y las redes sociales de las entidades públicas y los medios de comunicación. Ningún colombiano podrá decir que no tuvo la posibilidad de conocer el acuerdo, prometió Santos Los puntos clave Santos, que se jugó su mandato en sacar adelante el proceso de paz con las FARC, repasó uno a uno los cinco puntos de los acuerdos fundamentales para “darnos la oportunidad de construir juntos una paz estable y duradera para todos los colombianos”. En primer lugar se refirió al cese al fuego y de hostilidades bilateral y definitivo para poner fin a la violencia, con el que las FARC entregarán todas sus armas las Naciones Unidas en un plazo de seis meses. “Lo anterior significa que las FARC dejan de existir y se convertirán en un movimiento político sin armas”, dijo Santos. Después se refirió a la necesidad de proteger los derechos de las víctimas a la justicia, la verdad, la reparación y a que nunca se repitan las atrocidades que sufrieron. En este punto, Santos se detuvo en uno de los puntos más espinosos de la negociación, la Justicia Especial para la Paz. Elegir el mecanismo para escoger a los magistrados de este tribunal fue una de las decisiones que se dilataron más de lo previsto en La Habana. “Esta justicia transicional garantiza que no habrá impunidad para los responsables de los delitos más graves”, subrayó Santos sobre el tribunal. “Serán investigados, juzgados y sancionados con varios años de restricción efectiva de su libertad. Además, tendrán que decir la verdad, toda la verdad, y contribuir a reparar a las víctimas”, o de lo contrario podrían pagar penas de hasta 20 años de cárcel. En tercer lugar, el mandatario destacó en su alocución el plan de inversión que los acuerdos llevarán al campo para superar la pobreza y la violencia que han sufrido desde hace años los campesinos, y que los desplazados podrán volver a sus hogares. Después se refirió a la necesidad de garantizar la reincorporación de los excombatientes a la vida civil, y la posibilidad de que los antiguos miembros de las FARC participen sin armas en la vida política del país, otro de los temas más espinosos de estos cuatro años de diálogos. Aquí detalló lo previamente anunciado por las delegaciones en La Habana: las FARC tendrán en el Congreso unos voceros, con voz pero sin voto, que solo podrán discutir la implementación de los acuerdos hasta el 2018, y desde ese año participarán en los comicios, con la garantía de una representación mínima durante dos períodos. Por último, Santos destacó que el acuerdo final permitirá atacar el narcotráfico de manera más eficaz, pues las FARC se comprometen a romper cualquier vínculo con este flagelo y a participar con acciones concretas para combatirlo. Santos fue generoso en agradecimientos al equipo negociador del gobierno, a los militares y policías, a los facilitadores y a todos los países que apoyaron de una u otra manera las negociaciones. También reservó un espacio para agradecer esta paz a sus antecesores, incluidos Andrés Pastrana y Álvaro Uribe, dos de los más visibles y militantes opositores a los que tendrán que enfrentar los partidarios del Sí en el plebiscito.