El Santuario de Flora Plantas Medicinales Orito Ingi-Ande está próximo a ser declarado como la primera área protegida libre de cultivos ilícitos, producto de acuerdos de conservación establecidos entre Parques Nacionales Naturales de Colombia y la compañía petrolera Gran Tierra Energy. Esta iniciativa hace parte del proyecto “Biodiversidad y desarrollo por el Putumayo”, acuerdo público-privado puesto en marcha en 2017 y que busca la protección de la biodiversidad de esta región y el aprovechamiento de sus recursos. Carlos Herrera, vicepresidente de Desarrollo Sostenible de la Andi, agremiación que media en la ejecución de la iniciativa, explica que con un monto de recursos cercano a los $15.000 millones, aportados -en su mayoría- por empresas del sector privado, ya son varios los logros obtenidos en este trabajo conjunto por la restauración de los ecosistemas. “La parte alta de la Amazonía está siendo muy amenazada por temas de ilegalidad como deforestación, cultivos ilícitos, ganadería ilegal y se está rompiendo la unión entre los Andes y la Amazonía, por ello se viene trabajando con el fin de unir la visión de las empresas y su capital financiero, el conocimiento de los institutos y la gestión de Parques Nacionales y Corpoamazonía para sacar proyectos concretos en tres áreas: conservación, restauración y uso sostenible”, dice. Herrera precisa que con el apoyo del Grupo de Ornitología de la Universidad Nacional y la Asociación Alas Putumayo, se llevó a cabo el primer Encuentro Nacional de Ornitología, en el que en dos días se lograron avistar unas 430 especies de aves.

El avistamiento de aves es una de las actividades que se busca potenciar en Putumayo. Foto: Cortesía Andi Lea también: El poder escondido de la Amazonia  Sin embargo, estos no son los únicos resultados del trabajo del que hacen parte Parques Nacionales Naturales, Corpoamazonia, el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas- SINCHI, el Instituto Humboldt, y las empresas del sector de hidrocarburos Gran Tierra Energy y Amerisur Exploración. Recientemente se unió a la iniciativa el Proyecto Vida Silvestre, de Ecopetrol, Wildlife Conservation Society, la Fundación Mario Santo Domingo y el Fondo Acción. Otro tema clave es el que se adelanta desde el Centro Forestal Costayaco, unidad de operación e investigación forestal de la compañía Gran Tierra Energy, ubicado en Villagarzón, desde donde vienen trabajando en la consolidación de la estrategia de conectividad ecosistémica en 212,6 hectáreas. Herrera explica que se están realizando investigaciones y sembrando árboles; a la vez que trabajan con comunidades étnicas para buscar oportunidades de les permitan proteger los ecosistemas.

En el Centro Forestal Costacayo se realizan investigaciones y se siembran árboles. Foto: Cortesía Andi Desde este mismo centro se promueven nuevos escenarios de investigación e innovación alrededor de pruebas de propagación sexual de helechos arborescentes y desarrollo forestal, un trabajo que se realiza de forma conjunta con el Instituto SINCHI. Oferta de mariposas Por otro lado, en cabeza de Corpoamazonia y Gran Tierra Energy alaboraron la primera guía de mariposas diurnas del piedemonte amazónico con 145 especies, y se avanza en la edición del libro Putumayo la gran tierra de las mariposas. Esta misma petrolera, junto con Amerisur Exploración Colombia se unieron al Instituto Humboldt y a Corpoamazonia para desarrollar una estrategia de monitoreo de la biodiversidad en bloques petroleros, integrando metodologías de monitoreo participativo, pasivo y activo, y lineamientos de gestión, que brindarán un mayor conocimiento de la biodiversidad regional. Por último, Herrera explica que en el marco del proyecto, se promovió un acuerdo institucional entre Corpoamazonia y la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), para el fortalecimiento de los sistemas de información. El objetivo es la construcción del primer portafolio de áreas, proyectos y fuentes de inversión y compensación ambiental teniendo como enfoque la conectividad Andes-Amazonia, de la mano del sector de hidrocarburos. Le puede interesar: Casi 2 millones de hectáreas de suelo de la Amazonia con daño irreversible por ganadería Al final, el propósito de esta iniciativa es recuperar de alguna manera lo que se ha dañado y buscar alternativas para utilizar de forma sostenible los recursos naturales. Las aves y las mariposas son dos ejemplos de la riqueza que tiene el departamento y que los actores del proyecto apuntan a que puedan ser aprovechadas de manera sostenible. También está la búsqueda de negocios con la palma de Asaí, para que los habitantes de la región encuentren diferentes formas de sustento cuidando el medio ambiente y la biodiversidad.