Parece sacado de una película. Mejor, del final de una película de Disney. Cientos de perros corren libres por las montañas en un día perfecto, con sus lenguas afuera, sus caras contentas y sus colas que se mueven al vaivén de sus pasos. Es difícil no sentir ternura ante tal escenario, pero el corazón se ablanda aún más cuando se advierte que todos esos caninos alguna vez fueron vagabundos. Que deambularon por las calles de Costa Rica en busca de cualquier desperdicio para comer. Que por mucho tiempo no recibieron cariño humano. Pero que ahora, y gracias a la iniciativa del “Territorio de Zaguates”, pudieron volver a sentirse  felices.“Zaguate” es como se les llama en Costa Rica a los perros callejeros. Es un término también usado de manera despectiva para todos los compañeros de cuatro patas que carecen de raza. Pero en este gigantesco albergue, por el contrario, los “Zaguates” no son tratados como animales impuros, sino como ejemplares únicos en el mundo.El lema que quieren difundir sigue esa filosofía: “cuando adoptas un chucho, adoptas una raza única”. Y así lo han querido demostrar con los particulares nombres que les han puesto a los más de 3.000 perros que han rescatado del abandono callejero y la negligencia humana. En Zaguates, por ejemplo, no hay “chandas” mestizas, sino “Bordercockers con cola de fuego”, o “Dobernauzers alemanes de cola gruesa”. Razas inéditas para perros únicos. Así quieren fomentar la adopción de sus canes y derrumbar la idea de que los perros impuros son menos valiosos que los que tienen pedigrí.Más de un kilómetro cuadrado de campos y montañas compone el “Territorio de Zaguates”. Es un espacio donde pueden llegar a convivir simultáneamente hasta 700 perros. El albergue está bien dotado con modernas instalaciones de baños, camas y zonas de alimentación que lo convierten en un verdadero paraíso para los animales abandonados.Cada semana, el lugar está abierto a jornadas lúdicas en que cualquiera puede compartir en el campo con los perros, y permearse de la misma felicidad que estos exhalan cuando juegan con el que podría convertirse en su próximo amo. Porque cada uno de los perros que han sido acogidos allí está a disposición para ser adoptado.