"Él siempre fue un constitucionalista, entendía los problemas del país, era muy responsable con el uso del poder en beneficio del pueblo colombiano, y eso le costó, porque le decían que era de izquierda” dijo sobre su padre Sergio Ruiz, el tercer y último hijo del militar de más alta jerarquía en Colombia, el general Alberto Ruiz Novoa. Nació en Bucaramanga en 1917 y cumplidos sus quince años descubrió su amor por el Ejército. Al estallar el conflicto con Perú, entró al curso de oficiales que ofrecían y a los 16 años ya era teniente. Fue comandante del batallón Colombia en la guerra de Corea, contralor general de la República, comandante del Ejército, comandante de las Fuerzas Militares y ministro de Defensa. Cuando estaba en este cargo, el presidente Guillermo León Valencia decidió llamarlo a calificar servicios, pues lo consideró incompatible con su gobierno. Luego hizo política por un corto tiempo y posteriormente se dedicó a los negocios avícolas. Fue presidente de la Asociación Colombiana de Militares Retirados (Acore) por diez años, y creó el cuerpo de generales y almirantes con el objetivo de asesorar a los gobiernos correspondientes. Sus estrategias y tácticas, como el Plan Lazo y la Acción Cívico-Militar, siguen vigentes. El general Ruiz Novoa, un hombre ilustrado, amante de los libros de historia y de las biografías, vive acompañado de sus familiares, domina el computador, y goza de una extraordinaria lucidez. El 3 de enero cumplió 95 años de una vida en la que siempre se destacó por sus servicios al país.