La contaminación no da tregua en Bogotá. Recientemente, el Concejo le dio luz verde al proyecto que declara emergencia climática en la capital, a raíz de los problemas que enfrenta la ciudad en materia de polución. Esta iniciativa define los lineamientos de adaptación, mitigación y resiliencia frente al cambio climático.  Bajo esa línea el concejal del partido Alianza Verde, Julián Rodríguez Sastoque, creó el Proyecto de Acuerdo de Calidad del Aire, que busca ajustar los intervalos de concentración de material particulado PM 10 y PM 2,5. La iniciativa fue aprobada por unanimidad por la Comisión del Plan de Desarrollo en primer debate.  

La cuarentena a principios de 2020 ayudó sustancialmente a reducir la contaminación del aire. Sin embargo, la reactivación de la industria y flexibilización de las medidas de movilidad volvieron a contaminar el cielo bogotano. Foto: SDA El proyecto surgió porque en el país la norma que rige en la actualidad es muy flexible en los rangos de concentración de material particulado (expuestos en la resolución 2254 del 2017), en comparación con los que sugiere la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según el organismo multilateral, por ejemplo, el material particulado más fino y nocivo llamado PM2,5, en 24 horas de exposición debería tener un nivel máximo de 25 microgramos por metro cúbico. En Colombia, sin embargo, para este mismo material y tiempo de exposición, el nivel es de 37 microgramos por metro cúbico. Lo mismo pasa para un año, que deberían ser 10 microgramos por metro cúbico según la OMS y en la norma nacional el límite permitido es de 25. Esto quiere decir que el rango establecido en el país es casi 50 por ciento más flexible.

Ahora, la idea es que gracias a la aprobación de este proyecto, la Secretaría Distrital de Ambiente y la de Salud, creen una metodología técnica para evaluar periódicamente estos rangos de concentración en los niveles de prevención, alerta y emergencia del Índice Bogotano de la Calidad del Aire (IBOCA) y que, a su vez, se acerquen a los sugeridos por la OMS. La participación ciudadana será clave en el proceso pues se les incluirá en los monitoreos territorializados de exposición. Además, tendrán en cuenta los datos de sistemas y equipos de medición ciudadana como sensores de bajo costo e instrumentos de universidades y redes independientes. 

En octubre, Bogotá estrenó tres estaciones de monitoreo del aire. La idea es que en los próximos meses la Red de Monitoreo de Calidad del Aire de Bogotá pase de 13 a 20 estaciones. Foto: SDA También habrá jornadas pedagógicas para crear conciencia en la ciudadanía sobre la calidad del aire y sus riesgos en la salud. Estos intervalos de concentración son muy importantes para mejorar el monitoreo en tiempo real y la gestión de la calidad del aire y para dar celeridad a las actuaciones intersectoriales de la Administración Distrital en torno a la disminución de la contaminación en Bogotá, facilitar el seguimiento y control a las fuentes de emisión fijas y móviles por parte de la Secretaría Distrital de Ambiente y los estudios epidemiológicos pertinentes por parte de la Secretaría Distrital de Salud. Esta es una buena noticia para la lucha contra la contaminación del aire en Bogotá ya que disminuir estos intervalos ayudará a mejorar el monitoreo en tiempo real y la gestión de la calidad del aire. Asimismo, le facilitará a la SDA y a la de Salud, el seguimiento y control a quienes emiten estos gases contaminantes. Bogotá y su lucha contra la contaminación Al ser una ciudad cercana a los 10 millones de habitantes, más de dos millones de automóviles circulando y una industria que usa combustibles fósiles para su funcionamiento, Bogotá tiene un gran reto para mejorar en esta problemática. En contexto: ¿Cómo reducirán en un 10 por ciento la contaminación del aire en Bogotá? Es por eso que una de las principales metas del Plan de Desarrollo Distrital para el 2020 y 2024 es reducir un 10 por ciento de la concentración de material particulado de 10 y 2,5. Para ello será necesario una inversión de cerca de 30.000 millones de pesos. La Secretaría de Ambiente de Bogotá, en cabeza de Carolina Urrutia, está trabajando en la formulación del Plan de Gestión Integral de la Calidad de Aire de Bogotá 2030, el cual, según la entidad, permitirá que la capital cumpla con el objetivo de ser carbono neutro en 2050. Bajo esa línea, en octubre instaló nuevas estaciones para monitorear el aire en Bosa, Usme y Puente Aranda. La idea es que en total La Red de Monitoreo cuente con 20 estaciones por toda la ciudad.