La noticia política de este miércoles en el país es la sorprendente y breve alianza entre el uribismo, el Polo y algunos sectores de La U y del liberalismo para atravesársele a una futura candidatura presidencial de Germán Vargas Lleras. ¿Alguien se habría imaginado a José Obdulio Gaviria, Alexánder López y Armando Benedetti en una misma causa? La inesperada propuesta surgió durante la discusión y la aprobación de los artículos de asuntos políticos que están incluidos en la reforma constitucional del equilibrio de poderes, que son estudiados en la Comisión Primera del Senado, en su quinto debate. Cuando no venía a cuento, López, del Polo Democrático Alternativo, argumentó que en aras de fortalecer nuestro sistema se deberían consignar las inhabilidades que tendría el vicepresidente para aspirar a la Presidencia de la República. Léase Vargas Lleras. En la primera vuelta el articulado sólo decía que si ese funcionario deseaba postularse debía renunciar un año antes de la elección, pero su propuesta iba a que el actual vicepresidente quedara inhabilitado durante los cuatro años para presentarse. Benedetti acogió con entusiasmo la idea y, por unas horas, la bancada del Centro Democrático aún más. Cada uno tiene sus propias razones para haberse sumado a este inusual propósito. El Polo considera a Vargas Lleras el más fiel representante de la política neoliberal, el uribismo cree que el único peor miembro de la clase dirigente del país distinto a Juan Manuel Santos es el actual vicepresidente. Y en el caso de Benedetti hay una circunstancia de pelea mediática que se inició cuando Benedetti presidía el Congreso y Vargas Lleras era el ministro del Interior. Benedetti se preciaba de ser el que más duro le hablaba. Lo que podría ser un fugaz careo de egos entre dos figuras públicas se convirtió en una herida que cada vez sangra más. Pero también de fondo está el pulso que varios políticos libran en Barranquilla y Atlántico para quedarse con la Alcaldía y la Gobernación. El partido de Vargas Lleras, Cambio Radical, hace rato que allí no les deja oler a los demás el aroma del poder. Los analistas consideran que Vargas Lleras está sembrando la semilla de su candidatura en la Arenosa. De sus frutos depende su éxito a nivel nacional. Para él las elecciones locales de este 25 de octubre son tan decisivas como las presidenciales del 25 de mayo del 2018. ¿Por qué? Porque ya desde La U y el Partido Liberal dejaron saber que tendrán un candidato distinto a él. Para ese año la tal unidad nacional no existirá, por lo que Vargas Lleras tendrá que abrirse paso en solitario con Cambio Radical. En las últimas elecciones esta colectividad sumó un millón de votos y obtuvo 25 congresistas (nueve senadores y 16 representantes), una fuerza importante, pero insuficiente si quiere acceder a la Casa de Nariño. Vargas Lleras tiene una gran empatía con la familia Char. Se da como un hecho que uno de los delfines de esta casa, el exalcalde Alejandro Char Chaljub, obtendrá una victoria en Barranquilla y que trabaja también para apuntarle al Atlántico. Y quieren más. Sus aspiraciones traspasan las fronteras del departamento, a toda la costa atlántica. Si esto ocurre, la sociedad Char-Vargas Lleras tendrá un músculo muy fuerte con influencia nacional. Eso lo sabía, por ejemplo, Santos, que en la disputa contra Óscar Iván Zuluaga decidió jugársela por captar el voto caribe que al final le dio la Presidencia. Vargas Lleras ahora empezó a trazar el mismo camino. Benedetti estima que su caudal se puede debilitar si el binomio Char-Vargas se fortalece. De ahí que ahora sonríe junto a José Obdulio. ¿Qué mejor que sacarlo de la lista de presidenciables? Se trata de un hecho inesperado de nuestra agenda política. Tan inesperado como la orden de Uribe a su colectividad para no ponerle zancadillas a su archirrival. “Le hace enorme daño al país que se cambie la Constitución con nombre propio. Porque esto se está asumiendo con nombre propio: Germán Vargas Lleras. A él que se le haga control político, pero no que se utilice la Constitución para poner talanqueras”, ordenó Uribe y le puso así, por ahora, punto final a esta fugaz alianza que impulsaban Benedetti y Alexánder López. * Director de Semana.com Twitter: @armandoneira