En un partido decisivo para el Chelsea, nada más y nada menos que la final de la Copa de la Liga de Inglaterra, la actitud del guardameta Kepa Arrizabalaga se robó la atención del público en el Estadio de Wembley. La situación se presentó así: luego de atajar una pelota enviada por el delantero Sergio ‘Kun’ Agüero, el arquero español sufrió un calambre que lo dejó tendido en el campo por algunos instantes; razón por la cual el técnico Maurizio Sarri optó por sacarlo del juego y mandar en reemplazo a Willy Caballero. Sin embargo, la decisión no fue bien recibida por Kepa, de 24 años, quien se rehusó a intercambiar su posición con Caballero alegando que estaba en condiciones de tapar durante la fase de penales que definiría la Copa.

Levantando las manos, gritando y señalando al banquillo del cuerpo técnico, el jugador manifestó su rechazo. Ni David Luiz, el defensa central del Chelsea, fue capaz de persuadir a Kepa de aceptar su salida, por lo que al cabo de unos minutos, el entrenador Sarri -perplejo y furioso por la irreverencia de su arquero- hizo el amague de retirarse del campo, mientras su segundo al mando, Gianfranco Zola, seguía pidiéndole al guardián de los cuatro palos que dejara continuar el curso del partido. Al final, el técnico desistió de cambiarlo y sentó de nuevo a Caballero. Aunque por desgracia para el Chelsea, la persistencia de Kepa no sirvió para nada porque perdieron 4-3 ante el Manchester de Pep Guardiola que reafirmó el título obtenido el año pasado. En la rueda de prensa al terminar el compromiso, Maurizio Sarri se refirió al tema diciendo: “el portero quería decirme que estaba en condiciones. Kepa tenía razón, pero su comportamiento fue incorrecto. Hablaré con Kepa. Pensé que con un calambre que no se puede ir a los penaltis, pero entonces el médico me dijo que no era un calambre. Tenía razón por su motivación, pero estaba equivocado en su conducta”. Hace poco el arquero presentó una disculpa desde su cuenta de Instagram afirmando que su intención no fue desobedecer a Sarri sino demostrarle que tenía ganas y condición física para culminar el partido.