El pasado 3 de julio se marcó un hito en la historia bursátil colombiana con la entrada en operación de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) y con el cierre definitivo de las bolsas de Bogotá, Medellín y Occidente después de 73, 40 y 18 años de actividades respectivamente.La BVC inicia sus operaciones con un capital de 13.000 millones de pesos, de los cuales el 48 por ciento corresponde a la Bolsa de Bogotá, el 37 por ciento a la Bolsa de Medellín y el 15 por ciento a la Bolsa de Occidente.El Indice General de la Bolsa de Colombia (Igbc) reemplazó los tres índices bursátiles con que contaba el mercado nacional, uno por cada bolsa. Este índice mide de manera agregada la evolución de los precios de las acciones más representativas del mercado, teniendo en cuenta su periodicidad y frecuencia de negociación. Dichas acciones componen la canasta del índice y va a ser calculada cada trimestre a partir del año 2002.Las transacciones diarias se registran en un sistema centralizado denominado Winset, que permite a cualquier comisionista realizar una operación desde cualquier lugar del país y obtener, en tiempo real, toda la información de los negocios, tanto de acciones como de deuda pública, negocios a futuro, entre otros. En este mecanismo las ofertas y las demandas se efectúan mediante estaciones de trabajo conectadas a la red de la Bolsa y por medio del cual se permite consultar la información disponible en el mismo.Actualmente el mercado bursátil en Colombia tiene muy poca profundidad, debido principalmente a la falta de conocimiento del público sobre las opciones para invertir o para financiarse por medio del mercado público de valores. Frente a este problema, tanto la Superintendencia de Valores como la Bolsa de Valores de Colombia adelantan campañas de educación sobre las oportunidades y la importancia de tener un mercado de valores profundo.Las perspectivas para la nueva bolsa son positivas, las valorizaciones del IBB y el Ibomed hasta el 29 de junio (día en que transaron por última vez) fueron 24 por ciento y 28 por ciento respectivamente. Este rendimiento se compara favorablemente con otras opciones de inversión en dólares como en pesos. En el caso de los dólares, debido al lento ritmo de devaluación actual y a la reducción de las tasas de interés en Estados Unidos, la rentabilidad bordea el 13 por ciento. Respecto a las inversiones en pesos, debe recordarse que la tasa promedio de los certificados de depósito a término ha oscilado entre 13,50 por ciento y 12,60 por ciento en el transcurso del año y que para lo que resta del mismo se espera que exista estabilidad en esta variable.Además de la mayor rentabilidad relativa de las acciones frente a otras alternativas de portafolio es posible que el mercado colombiano reciba el impulso de los flujos extranjeros, que buscan diversificar su riesgo en los mercados emergentes ante las dificultades que tienen en la actualidad las economías de Estados Unidos, Europa y Japón.Esta posibilidad, que no existe en otros mercados emergentes como el de Argentina o Brasil por su turbulencia actual, sí se presenta en el caso de Colombia, dado que el gobierno se inmunizó frente a la volatilidad de los capitales externos al haber suplido en forma anticipada las necesidades de financiamiento externo para la actual vigencia y al haber iniciado este mismo año los trámites para el año 2002.