La confirmación de que el ELN está detrás de los atentados de la escuela de Cadetes en Bogotá devuelve a Colombia al oscuro panorama del conflicto armado que se sentía superado. Las autoridades lograron establecer una serie de detalles que apuntan definitivamente a ese grupo guerrillero, esquivo desde hace años a los esfuerzos de paz. Con este hecho terrorista, las posibilidades de una negociación quedan bastante limitadas. Le recomendamos: ¿Quién es José Aldemar Rojas, el supuesto autor material del ataque a la Policía? La primera conclusión de la extensa rueda de prensa que dieron este viernes el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez; el Ministro de Defensa, Guillermo Botero; el comandante de la Policía, Óscar Atehortúa y el  Alto Comisionado para la Paz, Miguel Ceballos es que ni las Farc, ni Venezuela -como se alcanzó a especular en un inicio- tuvieron que ver en los hechos.

Una rápida investigación sobre la camioneta que entró a la escuela de cadetes con el artefacto explosivo permitió determinar que los hechos fueron planeados por el ELN desde hace más de seis meses.  Las declaraciones de las autoridades sobre el atentado terrorista en Bogotá despejaron la mayoría de dudas sobre los dolorosos hechos que dejaron 20 personas muertas y más de 87 heridos. Estos son los puntos clave:   1. José Aldemar Rojas era miembro del ELN, pero no se ha confirmado que haya cometido un acto suicida   El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, reveló los detalles que permitieron llegar a las conclusiones sobre el autor intelectual del atentado tan rápido. Aseguró que se logró identificar al hombre por la camioneta Nissan Patrol modelo 1993 y de placas LAF565.  “Así pudimos establecer quién era el propietario. Esto fue lo que nos condujo al nombre del señor José Aldemar Rojas”. Puede interesarle: Incertidumbre: el suplicio de las familias de las víctimas del carro bomba

El alto funcionario agregó que al identificar a Rojas se pudo lograr obtener una fotografía del mismo. Esa imagen hizo posible que en tiempo record algunos de los cadetes que vieron entrar el carro confirmaron que efectivamente él había sido su conductor. Rojas, alias Kiko, era explosivista e instructor en el tema político del ELN desde 1994. Está relacionado con la escuela de primer nivel de combatientes del Batallón Héroes y Mártires del frente de guerra oriental. Se trataba de uno de los jefes de inteligencia en ese frente. Según la Fiscalía, uno de los desmovilizados del ELN confirmó que el hombre lleva en la organización 33 años, que siempre hizo parte de la Domingo Laín y que militaba también en las células urbanas del ELN. Escucha"En el atentado terrorista en Bogotá, todo apuntaría al ELN" en Spreaker. “No tenemos ninguna certeza de que el hombre se suicidó”, dijo el comandante  de la Policía para descartar la hipótesis que más ha generado conmoción en el país. Agregó que  son muchas las teorías que se están barajando y que no descartan que el artefacto haya sido manipulado por control remoto. La identidad del cadáver de Rojas se confirmó también por una necrodactilia. Aunque su cuerpo quedó destrozado por la explosión, su mano izquierda fue encontrada en el lugar de los hechos. La camioneta fue la clave para determinar que el ELN estaba detrás

Las autoridades han podido determinar que el vehículo fue adquirido en 2017, en Bello, Antioquia, por un hombre del ELN. Según el fiscal Martínez, investigar los movimientos en los documentos de la camioneta fue vital para descubrir que el atentado venía del ELN. Lo primero que pudieron confirmar es que había sido de propiedad de de alias Macancan, quien fue judicializado por rebelión, concierto para delinquir aseguró y que estaba vinculado al ELN.

Después, el vehículo fue comprado por José Aldemar Rojas en una notaría de Bogotá el 20 de abril pasado, quince días más tarde se hicieron los papeles de traspaso en Bello. La última revisión técnico mecánica que se le hizo fue en julio del año pasado en Arauca, por lo que tenía los documentos en regla, según pudo comprobar SEMANA. El fiscal se refirió al tema: “Eso nos permitió hacerle un seguimiento adicional a partir de los peajes y las cámaras”, con lo que se confirmó que el vehículo estuvo en la vía Barranca de Upia en el Meta. Le recomendamos: Ricardo Andrés Carvajal Salgar, el primer capturado por el carro bomba Una conversación telefónica permitió llegar al segundo autor de los hechos  

En las declaraciones se hizo público también otro elemento clave de la investigación. Un grupo de interceptaciones telefónicas identificaron a una segundo autor material de los hechos, se trata de Ricardo Andrés Carvajal, de 39 años e identificado con la cédula 80.062.223, quien fue capturado en las últimas horas en Bogotá y será judicializado por cargos de terrorismo. Carvajal cayó en manos de la justicia por una llamada que realizó este jueves a las 10:13 de la mañana. Luego de la captura, el hombre reconoció haber participado en el ataque, aseguró el Martínez: “De acuerdo con las evidencias técnicas que reposan en el sistema Esperanza de la Fiscalía General de la Nación reconoce participación en el acto terrorista que ocurrió en la Escuela de Policía General Santander”. Así las cosas, Carvajal Salgar es el único autor material vivo, por lo que es clave en la investigación y la autoridades creen que podría revelar información sobre los autores intelectuales del hecho, motivos y cómo fue el plan de ejecución, además de aclarar por qué José Aldemar Rojas decidió inmolarse, caso totalmente inédito en el país.

En contexto: Al menos 21 muertos y 68 heridos tras carro bomba en Escuela de Policía de Bogotá El atentado deja la negociación con el ELN en su punto más crítico 

El fiscal aseguró que existen documentos que darán a conocer a la opinión pública pronto que prueban la responsabilidad del ELN, aclarando que no solo se cuenta con los datos de los autores materiales y que no fue un hecho desarticulado de la comandancia guerrillera, pues hizo un largo recuento de los atentados que se han hecho contra miembros de la fuerza pública y contra la infraestructura. Además, dijo que se abrirá investigación al Comando Central (Coce), el organismo directivo de ese grupo guerrillero, por este atentado terrorista. Semana En Vivo: ¿Quiénes podrían ser los autores del atentado a la Escuela de Policía General Santander de Bogotá? Para empezar a cercar al Coce, el gobierno recordó que sobre Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino, hay una circular roja de la Interpol, por lo que cualquier país debería entregarlo a la justicia colombiana; además, se ordenaron controles de salida y entrada en todas las ciudades del país y se abrirá un mecanismo de recompensas para dar con la comandancia elena. Por otro lado, el fiscal aseguró que el ELN está moviendo órdenes desde Venezuela, donde supuestamente se han protegido algunos miembros del Coce desde hace varios años.  5. El país se volcará a homenajear a las víctimas  Tras el atentado, 87 personas resultaron heridas. A medida que fueron valoradas, algunas de ellas presentaron heridas leves por lo que en la noche del pasado jueves 35 habían sido dadas de alta. Horas después, la Policía Nacional informó que en los hospitales se encuentran nueve personas. Cuatro en el Hospital Central de la Policía, una en el Hospital Militar, dos -los más graves con pronóstico reservado- en El Tunal, uno herido en el Policlínico del Olaya y una persona más en la Clínica Proinfo. Desafortunadamente la cifra de personas fallecidas se elevó a 21. El domingo el país marchará para rechazar los actos de violencia. Podría tratarse de un encuentro multitudinario de todas las fuerzas políticas.  6. Lo que viene será duro Después de la explosión del carrobomba, las autoridades han notado un aumento en las llamadas que se reciben a diario en la línea 123: se anuncian carros sospechosos rondando por barrios residenciales, foráneos que parecen tener malas intenciones. Para evitar nuevos atentados y dar tranquilidad a todos los colombianos, la Policía y el Ejército han desplegado a expertos en explosivos para que actúen en caso de ser necesario. Ya han sido descartados varios llamados de alerta, como un bus que se creía que tenía una bomba en su interior.