El tire y afloje entre los tres candidatos de la derecha, por lo menos para definir unas reglas de juego, terminó. Las últimas 24 horas en las que se selló la alianza fueron intensas, agitadas. Llamadas, reuniones, y mucha presión por imponer sus propios criterios. Al final, cuando más oscuro parecía el ambiente, Marta Lucía Ramírez, Iván Duque y Alejandro Ordóñez decidieron ceder un poco en sus pretensiones y aceptaron medirse en las urnas. Una consulta, pactada para el 11 de marzo, será el mecanismo. Ese día la llamada centro-derecha tendrá su carta para pelear la Presidencia de la República.  El ganador de la consulta será el candidato único. El segundo será la fórmula vicepresidencial del ganador, y el tercero ocupará un rol preponderante en la contienda, pero aún no se ha definido claramente qué papel desempeñará. Eso sí, a pesar del acuerdo, algo en lo que los tres coinciden es en que será muy difícil verlos hacer proselitismo de manera conjunta. Cada uno irá por sus propios intereses. Los expresidentes Álvaro Uribe Vélez y Andrés Pastrana Arango fueron determinantes en la construcción de esta gran coalición de derecha, que incluso se bautizó Colombia Despierta. Pero ya en la recta final ambos prefirieron ver los toros desde la barrera y dejar que los aspirantes definieran la hoja de ruta a seguir. Pero en las últimas horas los expresidentes no se aguantaron y tuvieron que intervenir, aunque tras bambalinas.   Puede leer: Sellada la coalición: Marta Lucía Ramírez acepta ir a consulta con Duque y OrdóñezEs por eso que la carta de Pastrana diciendo que ya sentía su labor cumplida en este proceso de alianza, y la de Uribe insistiendo en que tenía que hacerse una consulta de tres, desembocaron en una serie de llamadas y encuentros que a lo largo de este domingo sirvieron para finiquitar la unión de la derecha.A eso de las siete de la mañana fue Duque quien llamó a Ordóñez a insistirle en la necesidad de llegar a un acuerdo para consolidar la alianza Colombia Despierta, nombre que aún no se sabe si seguirán manejando. El exprocurador y candidatos por firmas le dijo a su par del Centro Democrático que solo podía acceder a una reunión personal finalizando la tarde, pues tenía el bautizo de un nieto. No obstante, quedó nuevamente el canal de comunicación abierto.Luego, a eso de las 11 de la mañana, se dio un primer encuentro entre Marta Lucía y Duque, en el cual discutieron largamente cómo lograr sellar la alianza. Ella aceptaba la consulta, pero haciendo previamente una encuesta para determinar con qué fuerza llegaba cada uino. Duque, a su turno, le dijo para eso ya no daban los tiempos y que sería muy difícil hacer una consulta de solo dos personas. Le pidió ceder en sus posiciones. Finalizado ese encuentro, cada equipo entró a consultas independientes. El único que quería consulta, ya fuera de 2 o de 10, como lo hizo saber, fue Ordóñez. Por eso, sobre las seis de la tarde, se volvió a dar otro diálogo suyo con Duque y sus delegados, a quienes les confirmó que ‘pasaría el trago amargo‘ de los constantes ataques de Ramírez y de su equipo y aceptaba, sin condiciones, medirse en las urnas. Esta, tal vez, fue la conversación más corta de todo el proceso.Le recomendamos: La última jugada de la derecha en la búsqueda de una alianza por el poderAsí las cosas, sobre las siete de la noche del mismo domingo, Duque y Ramírez volvieron a reunirse para analizar el panorama. La conclusión fue que ella aceptaba la consulta, sin ningún requisito previo, pero que tenía que dialogarlo con Pastrana y que el lunes temprano, como finalmente sucedió, daría su respuesta pública. Aquí, prácticamente, ya todo estaba cocinado.Uribe siguió muy atento el desarrollo de las conversaciones y Pastrana, desde su orilla, continuaba sin aceptar a Ordóñez, pero era ya consciente de que Ramírez podría fortalecerse más en una consulta con él y Duque que yendo sola a la primera vuelta. Este lunes, entre las siete y ocho de la mañana, Marta Lucía comenzó el diálogo con Pastrana y los miembros de su campaña para dar una respuesta oficial. Ya estaba decidida a admitir la consulta y eso fue lo que hizo. De hecho, aceptó verse con Ordóñez y de nuevo con Duque, los tres juntos, para dejar la imagen pública, en la Registraduría, de que la alianza de derecha era una realidad. Tanto que de forma inmediata se sortearon los lugares en el tarjetón de la consulta de marzo. El del Centro Democrático tendrá el puesto 1 del tarjetón, la canditata el 2 y el exprocurador el 3.En contexto:  Se ‘cocina’ cita definitiva para intentar salvar coalición de derecha"Hay cambios al acuerdo general (...), pero no voy a permitir que nada me enganche al pasado", dijo Ramírez al hacer pública su decisión. "Los retos que tenemos ahora los podremos librar con con mayor responsabilidad patriótica", saludó Ordóñez. Y Duque matizó afirmando que todo esto "es una gran noticia para Colombia". De esta forma -y con algunas heridas aún por sanar- fue que se logró consolidar una consulta de derecha que tiene muchas posibilidades de pasar a segunda vuelta -así lo indican varios guarismos-, pero que aún tiene el reto de construir un programa conjunto que acoja las vertientes y nichos distintos que cada uno de ellos representa. Sin duda, un nuevo reto que deberán asumir después del 11 de marzo y que se convertirá en una nueva puja.