Por contratar a un habitante de calle para que quemara con ácido a su esposa, Édgar Pinto Valbuena fue sentenciado a 40 años de prisión por un juez de Bogotá. Es, según las autoridades, la primera condena por hechos relacionados con ataques con agente químico, asociado con el delito de tortura.Según Juan Hernando Póveda, director de la Unidad de Antiterrorismo de la Fiscalía, los hechos se registraron entre el 2005 y el 2010 en Bogotá, cuando el procesado violó todos los derechos de su pareja, una mujer de origen indígena.“La Fiscalía demostró en juicio la responsabilidad del procesado en los delitos de tentativa de homicidio, lesiones personales agravadas y tortura, al establecer que durante cinco años de convivencia, maltrató física, verbal y moralmente a su pareja”, explicó el fiscal.El agresor no sólo atacaba a la joven indígena, sino que la sometía a tratos crueles y degradantes, además de amenazas en contra del hijo de la pareja, un menor de edad.La historia del maltratoDe acuerdo con las investigaciones, este hombre, luego de conceder un préstamo de dinero en efectivo a la joven indígena, comenzó a cortejarla, lo que derivó en una relación amorosa. Tiempo después la joven indígena resultó embarazada y Pinto le sugirió abortar. Pero ella se negó.La víctima relató que la amarraba para someterla a vejámenes sexuales y, tras tener a su bebé, la mujer comenzó a recibir un tratamiento inhumano y cruel. Pinto la encerraba en un cuarto y durante varios días no les daba de comer ni a ella ni a su hijo. "La victima nunca pudo trabajar y tener libertad, pues cuando conseguía un empleo, la seguía, asediaba y la amenazaba durante sus labores de trabajo. Durante  su relación, tomaba a su hijo, lo separaba de ella y lo llevaba a otros lugares durante varias semanas, la amenazaba con quitárselo y entregarlo a Bienestar familiar", dice el informe de la Fiscalía.En el juicio se estableció que para mantenerla sometida, el procesado siempre le recordaba que ella no podía abandonarlo, pues, de ser así, le dejaría un “regalito que nunca olvidaría”. Así, después de cinco años de soportar los sufrimientos, ella lo abandonó.Tras estar sola durante casi un mes, el 27 de noviembre del 2010, en una vía pública del barrio 20 de Julio de Bogotá, en el suroriente de Bogotá, la joven fue atacada con un puñal por parte de su excompañero sentimental. Le ocasionó heridas que le generaron 15 días de incapacidad.Al recuperarse de las lesiones, continuó su trabajo en un sector del parque de La Mariposa, en pleno centro de la capital, donde el 24 de diciembre del 2010, un indigente que pasó cerca de ella, le arrojó ácido en su rostro y le causó desfiguración facial permanente.Las autoridades investigaron a fondo el asunto y determinaron que el culpable de semejante agresión había sido Pinto. Ahora deberá pasar varios años tras las rejas por haber cometido este acto repudiable que, ahora más que nunca, es duramente castigado por la Justicia.