No son muy frecuentes las veces en que las Farc desmienten públicamente sus acciones. Sin embargo, en lo que tiene que ver con el secuestro de 12 extranjeros la semana pasada en Sucumbíos, Ecuador, frontera con Colombia, el grupo subversivo ha sido enfático en afirmar que no es el responsable del múltiple secuestro. Iván Ríos, uno de sus voceros en la zona de distensión, afirmó que "nosotros hemos dicho claramente que no vamos a desarrollar actividades por fuera de las fronteras de nuestro país".Pero el hecho de que uno de los representantes oficiales de las Farc haya negado "claramente" la participación de su organización en la acción terrorista realizada en Ecuador no significa que sea cierto. Es más, en algunas oportunidades ese mismo grupo guerrillero ha violado las fronteras colombianas para atentar contra los países vecinos. Son varios los casos que demuestran que las afirmaciones de las Farc no siempre coinciden con sus acciones. El más ejemplarizante es el de Venezuela. En estos momentos están en poder de esa organización subversiva seis ciudadanos de ese país, la mayoría de los cuales fueron secuestrados en su territorio por guerrilleros de las Farc según informes de inteligencia.En los últimos meses el caso que puso en evidencia este doble discurso de las Farc fue el secuestro de un avión comercial que cubría la ruta Barinas-Guasdualito, el cual fue trasladado a territorio colombiano. Pese a que ese grupo guerrillero negó su participación en los hechos dos conversaciones interceptadas a su jefe militar, Jorge Briceño, conocido como 'Mono Jojoy', y al hermano de éste, Germán Briceño, llamado 'Grannobles', sirvieron para demostrar su participación en el plagio de la aeronave. La explicación de las Farc, en el sentido de que el acto criminal había sido realizado por un grupo subversivo ajeno a esa organización, no convenció a las autoridades colombianas aunque el presidente de Venezuela, coronel Hugo Chávez, reconoció públicamente el "gesto humanitario" de las Farc de devolver el avión y a sus ocupantes.En EcuadorPero Venezuela no es el único Estado en la mira de las organizaciones terroristas colombianas. Uno de los países más asediados por estos grupos es Ecuador. Según las Fuerzas Militares colombianas en el Putumayo, departamento fronterizo, operan los frentes 32 y 48, comandados por Arley Leal y 'Gonzalo' respectivamente. Los dos frentes subversivos hacen parte del llamado Bloque Sur de las Farc, que mantuvo en su poder durante varios meses a 60 soldados retenidos durante el ataque a la base militar de Las Delicias. "Tenemos información de que un grupo de esos soldados permaneció un tiempo en la región conocida como Lago Agrio, en el Ecuador, que está muy cerca al lugar donde se presentó el secuestro de los 12 extranjeros", dijo a SEMANA una fuente militar.Pero, pese a que los antecedentes hacen pensar a las autoridades que las Farc podrían ser las responsables del secuestro, hasta el momento no existe ninguna evidencia que demuestre la veracidad de esta hipótesis. Por ello hay dos versiones que también están siendo analizadas por los organismos de seguridad de ambos países. La primera es que puede ser una posible acción realizada por grupos de autodefensas orientados por Carlos Castaño, quien recientemente había anunciado la creación de un bloque paramilitar en la frontera colombo-ecuatoriana. Castaño contaría con el respaldo de terratenientes de la región de Sucumbíos. La segunda hipótesis tiene que ver con un conflicto de intereses entre empresas extranjeras y poblaciones indígenas que están asentadas en la zona desde tiempos históricos. Aunque las autoridades ecuatorianas han guardado silencio sobre esta posibilidad, llama la atención que siete de los 12 secuestrados son canadienses que trabajaban para la multinacional petrolera City. Esta empresa mantiene desde hace dos años un conflicto de tierras con familias campesinas que habitan los municipios de Tarapoa y Lago Agrio, provincia de Sucumbíos. La agudización del conflicto hizo que interviniera la Federación Nacional de Campesinos Libres de Ecuador (Fenacle), una de las organizaciones sociales más fuertes del país, que solicitó la intervención de los ministerios de Minas y Medio Ambiente sin que, al parecer, fueran escuchados sus reclamos. Líder Calle Ochoa, uno de los abogados de Fenacle, afirmó que "no sería raro que uno de los campesinos perjudicados por la empresa se haya quejado ante los frentes guerrilleros de las Farc, provocando la ira de los alzados en armas".De cualquier manera el secuestro de los extranjeros en Ecuador volvió a poner a Colombia una vez más en el ojo del huracán y obligó a las naciones vecinas a tomar medidas para evitar acciones terroristas de los grupos insurgentes colombianos. Aunque está por establecer la autoría del múltiple secuestro, lo cierto es que el hecho terminó por perjudicar aún más la imagen del gobierno, que busca por todos los medios vender a los países extranjeros, sobre todo a los vecinos, la idea de que el proceso de paz con las Farc, pese a los tropiezos, va por buen camino.