Ni la puesta en marcha del MIO y mucho menos el 75 por ciento con el que fue calificado el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, han servido para que los caleños pasen por alto la atmósfera de inseguridad que los golpea. El tema ya desató una polémica pese a que los homicidios se redujeron en 2008. Pero el Observatorio Social del Delito reporta un incremento durante los primeros 78 días de 2009. Según esa entidad de la Alcaldía, en ese lapso ya fueron ultimadas 344 personas, mientras que en el mismo período del año anterior la cifra era de 290 crímenes. Pero el talón de Aquiles de la inseguridad corrió por cuenta del fleteo y no del sicariato. La alarma general surgió tras el asesinato del arquitecto, actor y modelo Juan Pablo Becerra, quien el pasado miércoles fue baleado frente a su apartamento por los fleteros que le hurtaron siete millones de pesos que había retirado del banco. Semanas antes el turno fue para el caleño Antonio Dorado, documentalista y director de la película El Rey. Dorado sobrevivió a las heridas con arma blanca que le propinaron los ladrones, quienes se apropiaron de un dinero que recién había sacado del banco. Según las autoridades, este año ya se han registrado 76 casos de fleteo, 54 menos que en 2008. Lo más grave es que justamente a mediados del año anterior la capital del Valle sufrió un remezón institucional en la Policía, tras descubrirse que al menos una decena de agentes de la Sijín, al parecer, integraban una banda de asaltantes que tenía azotada a la ciudad. Ocho de ellos se encuentran en juicio.