El legislador de Tasmania, Andrew Wilkie, planea conversar con el ministro del Tesoro, Wayne Swan, en torno a su preocupación de que el propuesto arancel favorezca a mineras globales como BHP Billiton, Rio Tinto y Xstrata, a expensas de rivales más pequeños como Fortescue Metals. "He estado preocupado por algún tiempo de que el escenario para (imponer) el Impuesto a la Renta de los Recursos Minerales (MRRT) todavía no está bien. Claramente favorecen a las grandes mineras y son un desincentivo para las compañías más pequeñas", dijo Wilkie a la prensa. La primera ministra de Australia, Julia Gillard, dijo esta semana que honraría un acuerdo alcanzado el año pasado con firmas de recursos globales, en medio de reportes de un ajuste de último minuto por parte de funcionarios del Departamento del Tesoro sobre cómo operaría el arancel. El controversial arancel minero del 30 % a las mineras permitiría recaudar 7.700 millones de dólares australianos en los primeros dos años de su implementación, lo que ayudaría a que el presupuesto nacional alcance de nuevo un superávit en el año fiscal 2012/13. Reuters