Ante la gravedad de la situación, el presidente Dmitry Medvedev ha sugerido reemplazar todas las aeronaves de la era soviética con aviones de manufactura occidental. Sin embargo, expertos en aeronáutica dicen que los desastres aéreos que azotan a Rusia tienen su raíz no solamente en la edad de los aviones, sino en múltiples problemas, los cuales incluyen deficiente entrenamiento de las tripulaciones, aeropuertos en mal estado, laxas regulaciones gubernamentales y negligencia generalizada de la seguridad con tal de obtener ganancias. "Es como un hacha que cuelga sobre la cabeza de cada uno de nosotros", dijo Oleg Smirnov, un piloto con muchas condecoraciones que fue viceministro de Aviación Civil en la época soviética. El y otros expertos advierten que no hay un remedio rápido para las dificultades del sector, exacerbadas por la ineficiencia gubernamental y la corrupción. Culpan a los reguladores del estado por hacerse de la vista gorda ante los problemas de la aviación y fracasar en el establecimiento de un control adecuado en torno a la seguridad aérea. Los pilotos veteranos insisten en que aeronaves como el Yak-42 que cayó la semana pasada, el Tu-134 que se desplomó en junio —percance en el que murieron 47 personas— y el An-24 que se estrelló en el río Ob en julio y en el que siete personas perdieron la vida, están bien diseñadas y es seguro volarlas a pesar de su edad si son operadas adecuadamente. AP