Luego de leer en una revista sobre un nuevo método para enseñar matemáticas, originario del Japón y que además prometía ser útil para niños con dificultades para aprender esa materia, en 1992 el profesor huilense Rafael Cuéllar contactó a los creadores del llamado método Kumon para traerlo a Colombia a través de una macrofranquicia (figura que permite darles franquicias a pequeños operadores). Tras 26 años de operaciones están presentes en 45 ciudades del país, a través de 145 unidades y atienden a 13.000 alumnos. Felipe Cuéllar, hijo de Rafael, es quien está ahora a cargo de Kumon en Colombia, aunque aclara que la figura empresarial cambió, pues los japoneses al ver los buenos resultados en el país recuperaron la macrofranquicia y desde 2004 operan directamente como una filial de la casa matriz. Los ingresos por regalías de Kumon alcanzan $20.000 millones al año, cifra nada despreciable en el mercado de las llamadas actividades extracurriculares con las que los padres buscan ocupar el tiempo libre de sus hijos
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