El basquetbol, el deporte de la acción constante, se ha convertido en el más grande de los espectaculos "bajo techo".Desde 1891, cuando James Naismith concibió esta actividad de recreación y competencia, su evolución ha sido permanente, hasta constituirse en un juego de maniobras "contra-reloj".El básquet es una síntesis de todos los movimientos y estrategias. Y la "fundamentación" de sus practicantes es la base para lograr resultados positivos.Cuando tácticamente se traza un esquema de defensa, el jugador delata su capacidad desde el mismo momento en que asume la conocida "postura de boxeador", que le permite la cobertura de un área mayor.Sobre los ciclos del basquetbol se involucran nombres como los de Maravich, Wooden y Cousy, verdaderos arquetipos de escuelas que han sido legendarias por su efectividad.Es innegable que en los procesos que ha tenido que vivir este deporte, los estadounidenses han sido sus más profundos gestores.Colombia en la actualidad realiza el IX Campeonato Mundial Masculino de Basquetbol y a la hora de la inauguración muchos eran los conflictos que envolvían al seleccionado nacional dirigido por el norteamericano Jim McGregor, ante la improvisación en todos los sentidos, esa que ha sido la mejor arma de trabajo de nuestros ineptos directivos. El equipo efectuó una gira mundial sin parangones en el historial del basquetbol colombiano y los frutos son de poco rango. Mientras tanto, EE UU reunió a doce jugadores universitarios de un segundo plano y sólo bastó que se conocieran en la cancha para demostrar su gran capacidad. Es cuestión de preparación, de infraestructura deportiva.Los norteamericanos han sido 8 veces campeones olímpicos, en 10 versiones celebradas de este deporte, sin haber concursado en el certamen de 1980 en Moscú ante el "boicot" declarado por el presidente Ronald Reagan. De 1936 a 1968 ganaron en forma ininterrumpida este torneo olímpico y sólo en 1972 en Munich, ante una explicable falla de cronometraje, cayeron en forma agónica, en el último supuesto segundo de juego frente a la Unión Soviética, que en 4 oportunidades lo había escoltado.Una "emboscada" histórica de Alexander Below detuvo esa cadena victoriosa de los norteamericanos, que en 1976 en Montreal, ante Yugoslavia, volvieron a recuperar un trono que siempre les perteneció en las olimpíadas.En los campeonatos mundiales los norteamericanos fueron campeones en una ocasión, 1954, logrando los subcampeonatos en el 50 y en el 59.Brasil, Yugoslavia, y la Unión Soviética acumulan dos coronas mundiales cada uno, sin que estos rubros signifiquen una ventaja a nivel mundial frente a EE UU, que a partir de la década del 60 le ha dado una importancia relativa a los encuentros ecuménicos aunque mantuvo su respeto por los Juegos Olímpicos en los que buscará su noveno título en Los Angeles en 1984.Pero ¿por qué los norteamericanos han prevalecido más en los Olímpicos que en los Mundiales? Las explicaciones son diferentes. El mismo período de estudios universitarios ha influído en lo uno y lo otro. Las escuadras que siempren han tenido la representación americana en esos torneos no han sido las mejores. Han tenido una categoría secundaria, porque los astros de la cesta son rápidamente incorporados al basquetbol profesional, que tiene su propio público, sus propias reglas y ese tabú de las noches del Madison Square Garden.Para los Olímpicos de Los Angeles en el 84, el escenario ya está dispuesto: se trata del "Forum" de Inglewood, construido en 1967, sometido a ligeras refacciones y que albergará 17.500 espectadores.Desde ya, la "American Broadcasting Cos (TV)", que erogará 290 millones de dólares como derecho de transmisión, ha asegurado la más grande audiencia para los cotejos basqueteros olímpicos y la selección de los EE UU, será una de las mejor conformadas en todos los tiempos.Figuras como Wilt Chamberlain, el protagonista de 100 puntos en un juego, y Lew Alcindor, llegaron a renunciar al seleccionado olímpico norteamericano. Wilton Norman Chamberlain, nacido en 1936, cuando los estadounidenses lograron su primer título olímpico en Berlín, ha sido uno de los "Divos de la Cesta". De 2.16 de estatura, jugador brillante de la Universidad de Kansas, hizo parte de los "Trotamundos", como malabarista del básquet, y de "Los Angeles Lakers". En 1972 había sumado más de 30.000 puntos convertidos, un "récord" incomparable.William Russell, "Bill", nacido en 1934, de la Universidad de San Francisco, profesional de los "Boston Celtics", de 2.08 de estatura, fue campeón olímpico con EE UU en Melbourne en 1956, al lado de Carl Cain, James Walsh, Gilbert Ford, Charles Darting, William Evans, Ron Tomsic, Burdette Haldorson y Richard Boushka.Russell fue un reputado maestro de la defensa. Un verdadero "amo de los tableros defensivos". Campeón profesional durante 13 estaciones y un verdadero libro del básquet hasta que se retiró en 1969.Wooden, el gran John de la Universidad de California, quien figura en el "Salón de la Fama" con Naismith, es otro de los "académicos" del básquet, aunque a diferencia de Chamberlain y de Russell su éxito no ha sido hacer o evitar cestas, sino enseñar a ganar títulos, "máster" bastante comprometedor en el mundo del deporte.John Wooden, técnico de la UCLA, es un coleccionista de galardones. De 1963 a 1974 produjo campeones como ningún otro "coach". Su gran cartón fue cómo practicar la defensa presionada de zona, dándole vigencia a un principio del basquetbol, donde la raíz es una excepcional preparación física, para organizar un gran bloque de defensa y luego darle fluidez a las formas más elementales de ataque.Otro jugador de los "Celtics", Robert "Bob" Cousy, nacido en 1928, catalogado como un extraordinario "Play-Maker" (cerebro, armador organizador, pensador, como lo quieran definir), técnico de los "Cincinnati Royals", fue un inventor en la cancha. Nadie como él ha tenido el ingenio para repentizar una jugada definidora. Su "pase de revés", malabarismo y técnica a la vez, su "driblaje", fueron parte de su basquetbol enciclopédico. Por eso, en los años 50 decían de Cousy: "cuando pasa la pelota, siempre hay una razón".Ferdinad Lewis Alcindor, "Lew Alcindor" y, posteriormente Kareem Abdul-Jabbar, a la manera de "Cassius Clay", nacido en 1947, miembro de equipo de la Universidad de California y del Milwaukee, renunció a los Panamericanos del 67 y a los Olímpicos del 68 por 1.400.000 dólares. Alcindor ha sido el "jugador espectáculo", ese mismo que obliga al público a que mire su boleta y no pregunte por el precio. El, con su básquet-show todo lo justificó en una tribuna.Sin jugadores de esta estirpe, EE UU ha sido ocho veces campeón olímpico y una vez campeón mundial.Esto se debe a que el básquet es una "industria nacional" en los EE UU donde existen más de dos millones de practicantes activos y 63 equipos de primera línea. Donde hay que avanzar paso a páso hasta llegar a la división profesional. La estadística en olímpicos y mundiales refleja todo lo expresado en esta nota. Frente a la final del Mundial-82 en Cali, tres países, como ocurrió en los Olímpicos del 76, Yugoslavia, Unión Soviética y EE UU son los favoritos indiscutibles para ocupar las tres primeras casillas. Canadá es dotado postulante para el cuarto.Lo claro es que la lucha está planteada entre el estilo norteamericano y los "postes" europeos, donde la fuerza tiene su mayor crédito. Eso sí, los yugoslavos han asimilado un gran porcentaje de la técnica de EE U U, por eso son conocidos como "Los Gringos de Europa".La final será en escenario americano. Los norteamericanos, poco a poco, con todo su bagaje técnico y sus condiciones físicas, siguen demostrando su innegable maestría.Lo único cierto es que la lucha será punto por punto, paso por paso, segundo a segundo. Hasta que el reloj se detenga y el último rugido de la tribuna proclame al noveno campeón.