El futbolista alemán Bastian Schweinsteiger ha perdido ritmo desde su llegada al Manchester United y, a sus 31 años, su presencia en la selección es tan discutida que el exjugador Michael Ballack le pidió retirarse. A su vez, la tenista serbia Anna Ivanovic, llamada hace poco a disputarle finales a Serena Williams, se evaporó en las canchas a sus 28 años y ahora se aferra al número 26 del ranking WTA. Por fortuna para ambos, en medio de su caída deportiva se tienen el uno al otro, motivo suficiente para sonreír hasta que la muerte los separe. Hace días contrajeron matrimonio en Venecia y para celebrar botaron la casa por la ventana. Un millón de euros alcanzaron para convocar a su lista de 120 invitados a una celebración de tres días, dedicada a sellar la unión que nació en el Abierto de Estados Unidos de 2014, después de que Alemania ganara el Mundial de Brasil. Como suele suceder en Venecia, donde también se casaron George Clooney y Amal Alamuddin, hubo varias celebraciones, cascadas de flores y paseo por las aguas. Después de la hermosa ceremonia, si retoman su nivel en el terreno de juego sería una doble ganancia.