El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, logró este martes una victoria convincente en las elecciones legislativas, un triunfo que lo fortalece para formar el próximo gobierno. Además podrá encarar su proceso, ya que en noviembre de 2019 fue acusado por corrupción en tres casos: soborno, fraude y abuso de confianza. Con el 90 por ciento de los votos escrutados hasta el martes por la mañana por la Comisión Electoral, el partido Likud de Netanyahu obtuvo el 29,3 por ciento, contra el 26,3 por ciento para la formación centrista "Azul-Blanco" de su principal rival, el exgeneral Benny Gantz. En el sistema israelí, ese resultado se traduce en alrededor de 36 escaños para el Likud, contra 32 para el partido de Gantz. Con sus aliados de la derecha radical y los partidos judíos ultraortodoxos, el Likud podría sumar 59 escaños, o sea que quedaría a dos de los 61 de la mayoría parlamentaria, según los pronósticos.

"Pronto encontraremos en el otro bloque los votos faltantes", afirmó el portavoz del Likud, Jonathan Urich, en la radio del ejército. "Estamos ya en contacto con varios diputados del otro bando", aseguró. Una vez haya recibido los resultados definitivos, el 10 de marzo, el presidente israelí Reuven Rivlin iniciará sus consultas con todos los partidos representados en el parlamento para designar a la persona encargada de formar gobierno, indicaron sus servicios en un comunicado. Netanyahu, de 70 años, es el jefe de gobierno más longevo de la historia del país, con 14 años en el poder, celebró en la noche del lunes "la victoria más importante de su vida", ante una multitud de partidarios reunidos en Tel Aviv que lo recibieron con vítores, al grito de "Bibi rey de Israel". "Es una victoria... contra todo pronóstico", y una respuesta a quienes predijeron "el final de la era de Netanyahu", agregó el primer ministro, acusado de corrupción y cuyo proceso comenzará el 17 de marzo. Coincidencialmente, la misma fecha del que dispone el presidente israelí para anunciar su candidato para formar gobierno. ¿Desconfianza ante las elecciones? "Una vez más, la mayoría del electorado expresó su inmensa desconfianza frente a la justicia", consideró el editorialista Amnon Lord, en el diario de derecha Israel Hayom. Seún Lord, Netanyahu hace mucho tiempo que se habría ido si los israelíes le dieran importancia a los cargos que se le imputan: corrupción, malversación y abuso de confianza. Sin embargo, en la mañana del martes, el Tribunal Supremo israelí recibió una petición del "Movimiento por un Gobierno de calidad" contra la posible designación de Netanyahu para formar un gabinete. Solución para Netanyahu 

Estas fueron las terceras legislativas en menos de un año. Tras las elecciones de abril y septiembre, Netanyahu había fracasado en formar un gobierno de unidad nacional. Esta es por tanto "la única solución lógica" para salir del estancamiento en que está Israel desde hace casi un año, según el influyente comentarista político Ben Caspit, crítico del primer ministro. Un gobierno de unidad podría permitir a Netanyahu "permanecer un año más en el poder y negociar (con el fiscal) en una posición cómoda", escribe Caspit en las páginas del diario Maariv. El primer ministro clama su inocencia y se dice víctima de una "cacería de brujas" de los servicios del Ministerio Público y de la prensa. Los partidarios de Gantz tenían la esperanza de que los resultados finales estrecharan la diferencia. "Respetamos la decisión de los electores", declaró este martes el exjefe del Estado Mayor del Ejército, tras haber admitido en la noche del lunes que esperaba "otro resultado". Plan de Trump El partido de Gantz, Azul Blanco, le apostaba al apoyo de los partidos de izquierdas, cuyos primeros resultados parecían bastante decepcionantes, seis o siete escaños en total. El líder de la izquierda, Amir Peretz, acusó a Gantz de haber llevado a cabo "una campaña irresponsable" y de socavar a todo su bloque. Gantz había endurecido el tono contra la "Lista unida" de los partidos árabes israelíes, unos aliados potenciales que en septiembre causaron una gran sorpresa al quedar en tercer puesto y podrían esta vez alcanzar 16 escaños, un récord.

El objetivo de la "Lista unida" es cortarle el paso a Netanyahu, al que consideran el padrino del plan del presidente estadounidense Donald Trump para solucionar el conflicto israelo-palestino. Netanyahu centró su campaña en la iniciativa de Trump, prometiendo la rápida anexión del valle del Jordán y colonias israelíes en Cisjordania, territorio palestino ocupado por Israel en 1967, como prevé el proyecto. Los palestinos, por su parte, lamentaron los resultados porque darían una victoria a los partidarios de "la anexión", según Saeb Erakat, secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). "La colonización, la anexión y el Apartheid ganaron", señaló. "Sea cual sea la identidad del próximo gobierno israelí, eso no cambiará la naturaleza del conflicto" advirtió el movimiento islamista palestino Hamas. *Con información de AFP.