Luego de 10 horas de discusión en la Comisión de Plan de Desarrollo del Concejo de Bogotá fue aprobado en primer debate el proyecto de acuerdo que busca prohibir gradual y progresivamente el consumo de plásticos de un solo uso en entidades del Distrito del orden central, descentralizado y adscritas.  Julián Rodríguez Sastoque, concejal del partido Alianza Verde, informó que se van a tener seis meses para reglamentar el acuerdo "por medio del cual se establece que la Administración Distrital tome medidas para desincentivar la utilización de utensilios de un solo" y un año para ponerlo en marcha.  Le sugerimos: Aumenta la prohibición de plásticos de un solo uso en contratación pública Señaló que, de esta manera, se van a empezar a dejar de utilizar bolsas, pitillos, cubiertos, platos, vasos, entre otros utensilios elaborados con este material en las actividades cotidianas de las entidades distritales, pero también en los eventos que estas realicen. Según él, será un gran aporte, en la medida que Bogotá es una de las ciudades del país en donde más se utilizan plásticos de esta índole.  "Este es un voto de hoy por el futuro. Estamos hablando de contribuir a una gran causa ambiental y es frenar el consumo irresponsable y desmedido de plástico que tanto daño le ha hecho al plantea, no solo a la vida humana, sino a la existencia de otras especies que están en juego. Hoy en el mundo no hay un solo metro cúbico de océano que no tenga partes por millón de plástico. Hemos visto reiterativamente videos que nos indignan de distintas especies que sufren porque consumen o quedan atrapados en utensilios de este material y desde Bogotá estamos contribuyendo con ello", afirmó el cabildante. 

Rodríguez Sastoque resaltó la aprobación del proyecto en vista de que - según él-  en anteriores gobiernos esta iniciativa nunca pudo salir avante desde el Concejo. "Esta vez con el trabajo de varios concejales, especialmente liderados por la bancada de la Alianza Verde, se logró sacar adelante, gracias el apoyo de distintas fuerzas políticas y es una realidad para la ciudad. Vamos a dejar de contaminar tanto y de desaprovechar los residuos sólidos. Vamos a buscar que cada vez sea menos el plástico que llegue al relleno Doña Juana, mientras transitamos hacia otro modelo de gestión y aprovechamiento", apuntó el cabildante.  Diana Diago, concejala del partido Centro Democrático, señaló, a su turno, que este era un llamado que el mundo y la ciencia estaban haciendo y al que el Concejo no le podía dar la espada. "Por el contrario, en el Concejo de Bogotá lo entendemos y sabemos hay que trabajar por el bienestar de la ciudadanía y porque acá estamos en un dilema: o mejoramos el manejo del uso de los plásticos o la especie humana se acaba (...). Es un tema de mucha conciencia y por eso lo estamos apoyando", indicó la concejal en programa Puntos Capitales de Canal Capital.  Le recomendamos: A partir de abril no se permitirán plásticos de un solo uso en parques naturales Ahora vendrá el debate en plenaria. Y es que estudios adelantados por Greenpaeace y la Universidad de Los Andes dan cuenta que en Bogotá se desechan cada 24 horas, alrededor de 6.300 toneladas de residuos, en donde cerca del 60 por ciento son plásticos. "Necesitamos comprometer a las entidades, a nuestros servidores públicos y a la comunidad en general en la utilización de elementos biodegradables, biocompostables y en general, todos aquellos que sean amigables con el medioambiente", sostuvo Andrés Onzaga, concejal de Bogotá.  

Una gran parte de los residuos plásticos no son reciclados y terminan contaminando los mares. Foto: Greenpeace Colombia. Un estudio realizado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) en conjunto con la Universidad de Newcastle, Australia, en 2019 indica que, en promedio, una persona puede ingerir, a través del agua, del aire y los alimentos, y dependiendo de los hábitos de consumo, unos cinco gramos de plástico semanalmente. Una cantidad que equivale a comerse una tarjeta de crédito. De esta manera, Bogotá se une a un grupo de entidades públicas que ya habían adoptado esta misma medida no solo en sus actividades cotidianas, sino, además, en las contrataciones que realizan, como es el caso de las gobernaciones de Boyacá y Valle, así como varios municipios de estos y otros departamentos como Antioquia.