Todo comenzó en octubre de 1976, cuando las directivas de la Federación Colombiana de Bolos se opusieron a que el bolichero caldense, Jairo Ocampo Gómez, viajara a Manila, Filipinas, a defender la Copa Mundial de ese deporte.Según los directivos, Ocampo Gómez debería jugar las eliminatorias, para cumplir con los reglamentos de la AMF, entidad responsable del certamen, cosa que se negó aceptar el deportista, quien alegó hasta último momento que tenía derecho a defender el título.Un año atrás el jugador de bolos asistió al campeonato con sede en Caracas. Pero no contó en esa oportunidad con ayuda oficial y él mismo tuvo que pagarse sus gastos. En la primera ronda quedó en el puesto diez y seis y en las semifinales logró pasar al cuarto, para levantarse con el título mundial en el último juego, dejando regados a jugadores de gran categoría. Asombró con su juego zurdo.Llegar a este puesto a nivel internacional no fue cosa fácil para el manizalita. Trabajaba como "caddie" en el club Manizales, en donde aprendió a jugar bolos, a escondidas, cuando se dedicaba al aseo de las pistas.Los años corrieron y Jairo cursó estudios primarios, luego parte de la secundaria, para viajar más adelante a Bucaramanga, ciudad en la que sus habitantes le dieron apoyo y llegó a ser instructor de esta disciplina con resultados extraordinarios.A finales de 1974 le llegó la invitación para ir a la Copa del Mundo y logrando reunir unos cuantos pesos, se hizo presente en la ciudad sede.Cuando se le notificó que debería jugar las eliminatorias con jugadores nacionales, abogó ante la Federación que respondió que, en caso de no presentarse, sería remplazado por otro bolichero. Y así sucedió. Pero el nombre de Colombia ni se mencionó en Manila sede de la Copa AMF, en donde se esperaba ver de nuevo al "zurdo de oro" enfrentado a los valerosos alemanes.Hoy ocho años después, Jairó está alejado de las canchas de bolos y sólo recuerda los tiempos de gloria deportiva cuando era el mejor jugador del país.Ahora tiene una bolera donde atiende a los aficionados que quieren aprender esa disciplina y conocerlo.Los pasos del caldense los han seguido jugadores de la talla de Juan de Dios Arango, del Valle (actualmente sexto jugador del mundo), Francisco Bolívar (tercero de América) y Armando Mariño, varias veces campeón nacional.El deporte de los bolos ha comenzado a tomar fuerza después de un trabajo de masificación iniciado por Alberto Ferrer, expresidente de la Federación Colombiana de este deporte y actual presidente de la FIQ, zona americana. Ferrer ha contado con la colaboración de excelentes jugadores, entre los que se encuentra Ocampo López.En el campo femenino hay grandes proyectos, aunque es necesario mayor fogueo a nivel internacional. Ahora hay una pregunta: ¿Conquistará Colombia un nuevo triunfo mundial en esta disciplina?