Un total de 120 estaciones de servicio en Norte de Santander se declararon en paro indefinido, pues argumentan que la venta informal de gasolina y ACPM por parte de pimpineros los está llevando a la quiebra. A raíz de la cancelación de un convenio e importación del combustible, el precio del galón aumentó de $3.500 a $5.450, lo que ha llevado a los consumidores a que acudan a tinquear sus vehículos en las ventas informales. La Directora Ejecutiva de la Federación Colombiana de Distribuidores de derivados del Petróleo (Fendipetróleo) para Norte de Santander, María Eugenia Martínez Rodríguez, dijo a los medios de comunicación que la decisión es cerrar las estaciones porque la situación de estas es insostenible y no generan utilidad.