La guerra civil española y la posterior dictadura de Francisco Franco dejaron secuelas que aún hoy persisten en la península ibérica. Pero nada tan concreto como el descubrimiento de la semana pasada. La policía madrileña encontró el jueves en un basurero de una calle central de la capital española tres bombas lanzadas en 1936 sobre la capital por las fuerzas de Franco. Se trataba de un misil tierra-aire de un metro de largo y dos cohetes aire-aire construidos en Alemania e Italia. Expertos antiexplosivos se encargaron de desmantelar esos recuerdos tan incómodos del pasado.