Washington.- La economía floreciente que describe el presidente George W. Bush con el cuadro preocupante que pintan los candidatos demócratas a la presidencia y sus líderes de partido. Economistas dicen que ambos bandos tienen razón y ambos se equivocan. Sólo depende de qué números se quieran citar. Bush intenta sutilmente desviar la atención nacional de Irak y con ese fin ofrece una imagen saludable de la economía de cara a su presentación el lunes de un anteproyecto financiero que según él permitirá llegar a un presupuesto balanceado antes del 2012. Los demócratas en el Congreso han adoptado el mismo plazo. El camino que se tracen los rivales para llegar a ese objetivo será probablemente el principal campo de batalla del actual período de sesiones en materia de política interior. "Los trabajadores están ganando dinero. Sus sueldos llegan más lejos. Los consumidores tienen confianza. Los inversionistas están optimistas", expresó Bush en un discurso el miércoles en el Salón Federal en Wall Street. Fue el segundo que pronuncia en igual número de días. "No me sorprende que algunas de las buenas noticias sean eclipsadas por las noticias sobre dificultades en Irak", expresó Bush al canal de noticias Fox el miércoles. El presidente considera que las noticias optimistas se deben las reducciones de impuestos durante su primer período presidencial, ignorando los 10.000 millones de dólares mensuales que se llevan la impopular guerra en Irak y a las acciones militares en Afganistán y en otros lugares para combatir el terrorismo.     AP