Cadbury confirmó también que había recibido ofertas rivales de parte de The Hershey Company y de la italiana Ferrero International, pero dijo que eran demasiado preliminares como para empezar negociaciones apropiadas. Advirtió que no aceptaría una oferta por debajo del valor real de la empresa, sin importar el aspirante. La posibilidad de que Cadbury, de 195 años, caiga en manos extranjeras ha causado un poco de consternación en Gran Bretaña, donde es una marca muy amada. Felicity Loudon, una integrante de la familia Cadbury, lamentó "la posibilidad de que uno de los iconos británicos que aún permanecen desaparezca como parte de una compañía estadounidense que fabrica queso plástico". El principal sindicato de Gran Bretaña teme que de concretarse la toma hostil más empleos en el ramo de la producción salgan del país. Kraft, con sede en Northfield, Illinois, y otras empresas son atraídas por Cadbury —el fabricante de las marcas de chocolate Dairy Milk y de goma de mascar Dentyne— por su devenir historico, su actual alcance internacional fuerte y su presencia importante en los mercados emergentes. Aunque enfatizó que Cadbury "no está a la venta", el presidente de Cadbury Roger Carr agradeció la decisión de Kraft días atrás de llevar su oferta de dinero en efectivo y valores directamente a los accionistas, después que la junta directiva de la compañía británica rechazó un acercamiento casi idéntico, dando a entender que ahora estaba dispuesta a barajar ofertas. Eso dejó al consejo directivo de Cadbury abierto a la discusión con cualquier aspirante potencial —incluido Kraft— que haga una oferta interesante, dijo Carr. (AP)